CDMX a 17 de mayo, 2024.- En un esfuerzo por explorar los entresijos de la compleja relación migratoria entre México y Estados Unidos, el Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques del Senado de la República organizó el foro virtual «Relación de México-Estados Unidos en Materia Migratoria». Legisladores y académicos se reunieron para intercambiar puntos de vista sobre este tema crucial que impacta profundamente a ambos países.
La presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, Elvia Marcela Mora Arellano, al inaugurar el evento, destacó la larga historia de la relación bilateral en materia migratoria, señalando que, a pesar de las resistencias, ha habido momentos de colaboración significativa entre ambas naciones. Mora Arellano enfatizó que no todo ha sido negativo en esta relación, citando programas como el de braceros como ejemplos de colaboración.
Por su parte, la presidenta de la Comisión de Justicia, Olga Sánchez Cordero, resaltó la contribución laboral y cultural de los migrantes a los países receptores, recordando casos históricos como la llegada de ciudadanos sirios a Alemania. Sin embargo, lamentó que los migrantes sigan siendo objeto de criminalización, a pesar de su importante papel en la economía.
La senadora Adriana Guadalupe Jurado Valadez del PAN expresó su preocupación por la falta de mejoras en el trato a los migrantes y urgió a que el próximo Gobierno tome medidas al respecto, independientemente de su afiliación política. Advirtió sobre el recrudecimiento de la situación migratoria a nivel global debido a problemas como el cambio climático y la pobreza.
María Dolores París Pombo, investigadora del Colegio de la Frontera Norte, analizó la política migratoria mexicana, destacando su reactividad frente a la política migratoria estadounidense. Subrayó la necesidad de una política migratoria a largo plazo y la importancia de considerar a México como un país de destino para los migrantes, no solo de tránsito.
El foro destacó la complejidad de la relación migratoria entre ambos países y la necesidad de abordarla de manera integral, reconociendo tanto los desafíos como las oportunidades que presenta. En un mundo cada vez más interconectado, entender y gestionar esta relación se vuelve crucial para el futuro de ambas naciones.