CDMX a 14 de agosto, 2024.- El Senado de la República, en colaboración con expertos y representantes del sector privado, destacó la importancia de la transición energética para reducir los costos de producción en el campo. Durante la “Cumbre Energética: Alianzas por la Energía Sostenible y Agenda 2030”, celebrada en la emblemática Casona de Xicoténcatl, se discutió cómo modernizar la generación de energías limpias puede impactar positivamente en la producción agrícola del país.
El senador José Narro Céspedes, de Morena, resaltó que para alcanzar la autosuficiencia y soberanía alimentaria, es crucial combinar esfuerzos en los ámbitos energético y alimentario. En su intervención, Narro Céspedes explicó que la implementación de energías alternativas en los pozos de riego podría significar una reducción significativa en los costos de producción agrícola, lo que a su vez abarataría el precio de los alimentos.
“El tema energético es crucial para el desarrollo global. En México, es esencial acelerar la transición energética para asegurar una reducción en los costos de producción y fortalecer la seguridad alimentaria”, afirmó el legislador.
Beatriz Marcelino Estrada, CEO del Grupo CIITA, abogó por una colaboración más estrecha entre legisladores, empresarios y ciudadanos para fomentar las energías sostenibles. Marcelino Estrada enfatizó que se deben generar alianzas que faciliten la implementación de políticas energéticas que beneficien a todos los sectores.
Luis Fernando Aranda Flores, Director de Comercio Exterior de la Secretaría de Desarrollo Económico del Estado de México, subrayó el compromiso del país con la Agenda 2030, la cual guía la creación de políticas y la inversión en finanzas sustentables. Esta agenda es clave para construir un futuro más verde y eficiente en términos energéticos.
Gustavo Vargas Lugo, fundador del Festival IMPULSO, comentó sobre los retos económicos y climáticos que enfrenta México, señalando que una colaboración efectiva entre el sector privado, el gobierno y la ciudadanía es vital para desarrollar e implementar políticas que impulsen el progreso del país.
La cumbre puso de manifiesto que la transición energética no solo es una cuestión de política ambiental, sino también una estrategia económica que puede transformar el sector agrícola y fortalecer la economía nacional.