“De no aprobarse estas reformas, habrá un retraso importante en el combate a la obesidad y el sobrepeso infantil, lo que generará un grave impacto social y económico”, advirtió.
En conferencia de prensa, la organización civil presentó los datos de 9 mil 381 escuelas en todo el territorio nacional en las que se detectó que 98 por ciento venden comida chatarra; 76 por ciento ofrecen refrescos con azúcar y 93 por ciento permiten el acceso a los menores de bebidas azucaradas, mientras que 75 por ciento de los planteles reportaron venta de comida chatarra al exterior de sus instalaciones.
En contraste, destacó Liliana Bahena, coordinadora del programa Escuelas Saludables de El Poder del Consumido, “solo 2 de cada diez planteles garantizan el acceso a frutas, verduras y bebederos funcionales, y en una de cada diez se venden semillas y cereales integrales”.
Calvillo alertó que pese a que desde hace más de una década, México cuenta con una legislación para eliminar la venta de comida charrata en las escuelas, “el peso de su vigilancia se la dieron a los padres de familia, a través de comités de vigilancia”, que únicamente se han integrado en uno de cada diez planteles.
Mauro Brero, jefe de Nutrición del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) México destacó que sobrepeso y la obesidad infantil “representarán una fuerte carga para la economía y el desarrollo nacional estimada en 42 billones de pesos para los siguientes 65 años”.
Indicó que nuestro país “tiene la oportunidad de prevenir esto con acciones de bajo costo en las escuelas, al fortalecer los Lineamientos, y los programas de promoción de alimentación saludable y sostenible, ambos contemplados en la iniciativa de reforma a la Ley General de Educación en materia de entornos alimentarios saludables”, que se encuentra a discusión en el Senado de la República.
“Urgen medidas para combatir la obesidad infantil, y la reforma a la Ley General de Educación es una de las más importantes”, concluyó Calvillo.