Por Bruno Cortés
Ciudad de México, 25 de febrero de 2025.- El Senado de la República dio un paso firme hacia la renovación de la política mexicana al aprobar una reforma que prohíbe el nepotismo electoral y la reelección consecutiva, un cambio que resonará en los procesos electorales a partir de 2030. Con un respaldo unánime de 127 votos en lo general y 97 a favor en lo particular, esta medida busca fortalecer la transparencia y la equidad en la democracia del país.
La iniciativa, impulsada por los coordinadores de Morena, Adán Augusto López Hernández, y del PVEM, Manuel Velasco Coello, establece modificaciones a los artículos 55, 59, 82, 115, 116 y 122 de la Constitución. Entre los cambios más destacados está la prohibición para que las personas que ocupen cargos de elección popular puedan contender nuevamente por el mismo puesto de manera inmediata, una regla que entrará en vigor en los comicios federales y locales de 2030. Esta disposición refuerza el principio histórico de “sufragio efectivo, no reelección”, un pilar del sistema político mexicano.
En el tema del nepotismo electoral, la reforma impone requisitos estrictos de idoneidad: quienes aspiren a un cargo público no podrán tener vínculos de parentesco cercanos —como matrimonio, concubinato o lazos consanguíneos hasta el cuarto grado— con la persona que ejerce el puesto al que aspiran, en un lapso de tres años previos a la elección. Esta medida, también aplicable desde 2030, responde a una demanda ciudadana de erradicar prácticas que han minado la confianza en las instituciones, según expertos consultados por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Durante el debate, López Hernández defendió la postergación de la entrada en vigor hasta 2030, argumentando que Morena, como partido, ya contempla en sus estatutos la no reelección y el rechazo al nepotismo. “No estamos pateando el bote, estamos legislando con convicción y en beneficio de la mayoría del pueblo de México”, afirmó en tribuna. Esta postura fue respaldada por la votación económica que avaló la reserva al artículo segundo transitorio, propuesta por él y Velasco Coello, para ajustar la implementación de los cambios.
Sin embargo, la decisión no estuvo exenta de críticas. Marko Cortés Mendoza, líder del PAN, cuestionó la demora en la aplicación de la reforma, acusando a Morena de simulación y de posponer medidas urgentes para mantener el respaldo de sus aliados políticos hasta 2030. “¿Por qué no desde ahora o al menos 2027? Esto es un favor a su coalición”, señaló. Sus palabras reflejan una preocupación compartida por analistas que ven en el plazo una estrategia para preservar el statu quo en el corto plazo.
La respuesta de López Hernández fue contundente: “No negociamos favores ni cargos. Ganamos limpiamente y legislamos con legitimidad”. Subrayó que la mayoría calificada de Morena en el Congreso les permite avanzar en una agenda transformadora sin depender de pactos opacos, una declaración que resalta el peso político del partido gobernante y su capacidad para moldear el futuro legislativo del país.
Tras su aprobación en el Senado, el dictamen ha sido turnado a la Cámara de Diputados para su análisis y eventual ratificación. De concretarse, esta reforma marcará un precedente en la lucha contra el nepotismo y la perpetuación en el poder, consolidando un sistema electoral más justo y alineado con las expectativas de la ciudadanía. Mientras tanto, el debate sobre su implementación sigue abierto, dejando en el aire si 2030 será el inicio de una nueva era política en México.
