CDMX a 24 de septiembre, 2024.- Con 25 votos a favor y 10 en contra, las Comisiones de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos del Senado aprobaron el dictamen de la Reforma de la Guardia Nacional, que permitirá su adscripción a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Esta decisión ha generado un intenso debate, ya que ahora la reforma pasará al Pleno para su votación definitiva.
Desde el inicio de la discusión, los senadores de la oposición advirtieron que esta reforma empuja al país hacia una mayor militarización. El senador de Movimiento Ciudadano (MC), Luis Donaldo Colosio Riojas, criticó duramente la medida, calificándola como «el clavo final al ataúd de la seguridad civil en México». Colosio subrayó que la transferencia de responsabilidades de las fuerzas civiles a las militares es una señal de que el gobierno ha abandonado su deber de garantizar la seguridad pública con policías capacitados para ello.
«El ejército no está diseñado para tareas civiles», aseguró Colosio, añadiendo que asignar al ejército labores como el control de robos menores o peleas callejeras es un uso inapropiado de una institución que debería centrarse en la defensa nacional.
Por otro lado, los senadores oficialistas, encabezados por Gonzalo Yáñez, defendieron la reforma argumentando que las fuerzas armadas, incluida la Guardia Nacional, cuentan con la mayor confianza de los ciudadanos. «Confianza en la Marina 90.1%, en Sedena 87.2%, y en la Guardia Nacional 80.8%», mencionó Yáñez, quien también arremetió contra los medios de comunicación, acusándolos de inflar las cifras de homicidios.
«Si no hubiera ganado Andrés Manuel en 2018, hoy tendríamos no menos de 150 homicidios por día. Con él son alrededor de 80», afirmó Yáñez, señalando que la estrategia de seguridad actual está funcionando, y que con Claudia Sheinbaum se fortalecerá aún más.
El senador panista Ricardo Anaya Cortés rechazó tajantemente estas afirmaciones, asegurando que los homicidios no han disminuido, sino todo lo contrario. «Antes de la militarización había 60,000 homicidios. Con Calderón, 120,000. Con Peña Nieto, 160,000, y ahora con López Obrador rebasaremos los 200,000», señaló Anaya, cuestionando los datos presentados por el oficialismo. Además, recordó que durante el presente sexenio se han registrado más de 50,000 personas desaparecidas, lo que, según él, subestima aún más la cifra de homicidios.
El debate sobre la militarización en México no es nuevo, pero ha tomado mayor relevancia con esta reforma. Mientras la oposición insiste en que se trata de un retroceso en la seguridad civil, el oficialismo argumenta que el pueblo confía más en las fuerzas armadas que en las policías locales.
La reforma de la Guardia Nacional está ahora en manos del Pleno, donde se definirá su destino. La pregunta central es si esta medida realmente mejorará la seguridad o si, como señalan algunos críticos, se trata de una peligrosa militarización del país.