El cáncer cervicouterino es el segundo tipo de cáncer más común en las mujeres mexicanas, después del cáncer de mama. Se desarrolla en el cuello uterino, la parte inferior del útero que se conecta a la vagina.
El cáncer cervicouterino es causado por el virus del papiloma humano (VPH), que es un virus sexualmente transmisible. La mayoría de las personas que se infectan con el VPH no desarrollan cáncer, pero algunas pueden desarrollar lesiones precancerosas que pueden convertirse en cáncer con el tiempo.
La mejor manera de prevenir el cáncer cervicouterino es realizarse pruebas de detección regularmente. Las pruebas de detección pueden detectar lesiones precancerosas y tratarlas antes de que se conviertan en cáncer.
Las pruebas de detección para el cáncer cervicouterino incluyen:
- Papanicolaou: Esta prueba se realiza para recolectar células del cuello uterino. Las células se examinan bajo un microscopio para detectar cualquier signo de cáncer o lesiones precancerosas.
- Prueba de VPH: Esta prueba se realiza para detectar el virus del papiloma humano (VPH), que es el virus que causa el cáncer cervicouterino.
Las mujeres de 25 a 64 años deben realizarse una prueba de Papanicolaou y una prueba de VPH cada tres años. Si los resultados de las pruebas son normales, las mujeres pueden realizar una prueba de Papanicolaou cada cinco años después de los 30 años.
Las mujeres que tienen factores de riesgo para el cáncer cervicouterino, como un historial familiar de cáncer cervicouterino o una infección con el virus del papiloma humano, pueden necesitar realizarse pruebas de detección con más frecuencia.
Las pruebas de detección para el cáncer cervicouterino son gratuitas en los Centros de Salud de la Ciudad de México. Las mujeres pueden programar una cita llamando al 55 5658 1111.
La SEDESA exhorta a las mujeres a realizarse pruebas de detección para el cáncer cervicouterino regularmente, para prevenir esta enfermedad mortal.