CDMX a 24 de octubre, 2024. –La Secretaría de Salud reafirma su compromiso con la erradicación de la poliomielitis, una enfermedad infectocontagiosa que afecta principalmente a menores de edad. Aunque México fue declarado libre de poliomielitis en 1994 por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las autoridades sanitarias siguen implementando estrategias para garantizar que el virus no reaparezca en el país.
La poliomielitis, conocida por causar parálisis y, en algunos casos, la muerte, es provocada por la ingestión de alimentos o bebidas contaminadas con heces fecales que contienen el virus. La pediatra infectóloga del Hospital General de México (HGM), Nancy Edith Justiniani Cedeño, destaca que no existe cura para esta enfermedad, pero la prevención es fundamental para evitar su propagación.
La mejor forma de prevenir la poliomielitis es mediante la vacunación. La vacuna se administra en varias dosis a los 2, 4, 6 y 18 meses de vida. La doctora Justiniani exhorta a los padres de familia a llevar a sus hijos a vacunarse en cualquier hospital o centro de salud de la Secretaría de Salud, pues esta medida es clave para mantener a México libre de polio.
Los síntomas de la poliomielitis incluyen fiebre, dolor muscular, vómitos, diarrea y, en los casos más graves, debilidad en las piernas que puede llevar a una parálisis permanente. La doctora subraya la importancia de la detección temprana para mejorar el pronóstico, ya que el daño neurológico puede ser irreversible si no se actúa a tiempo.
Además de la vacunación, la doctora Justiniani ofrece consejos para prevenir el contagio, como el lavado adecuado de los alimentos, evitar comer en lugares con falta de higiene y asegurarse de utilizar agua potable para cocinar y beber.
Cada 24 de octubre, se conmemora el Día Mundial contra la Polio, recordando el nacimiento de Jonas Salk, creador de la primera vacuna inactivada contra la polio, que revolucionó la prevención de esta enfermedad.
La Secretaría de Salud hace un llamado a la población para que se acerquen a los centros de salud y se aseguren de que sus hijos estén protegidos contra la poliomielitis. Este esfuerzo es vital para seguir garantizando un México libre de polio y proteger la salud de las próximas generaciones.