Un video que ha sacudido las redes sociales muestra a policías de Guanajuato sometiendo a dos jóvenes a una serie de humillaciones y golpes, desatando una ola de indignación y exigencias de justicia. El incidente, que habría ocurrido en 2020, ha puesto en el ojo del huracán a las fuerzas de seguridad del estado.
En las imágenes se observa a varios agentes, entre ellos presuntamente Christian Eduardo Morales Palomino, exdirector de la policía municipal de Apaseo el Alto, golpeando y humillando a dos jóvenes supuestamente detenidos por robo. Los uniformados no solo agreden físicamente a los detenidos, sino que los obligan a pelear entre sí y a besarse, todo bajo amenazas de muerte.
«Bésense bien. Órale, hijos de su p*ta madre. O los mato», se escucha decir a uno de los policías en el video, mientras otros se burlan y alientan la situación.
El escándalo ha provocado reacciones inmediatas de figuras políticas. El diputado federal Sergio Mayer ha solicitado a la gobernadora Libia García Muñoz Ledo una investigación exhaustiva y sanciones para los responsables. Por su parte, Monserrat Mendoza Cano, presidenta municipal de Apaseo el Alto, confirmó que los hechos datan de 2020, pero ha pedido una averiguación para determinar la fecha exacta.
Este incidente no parece ser aislado. Reportes indican que Christian Eduardo Morales Palomino, uno de los presuntos implicados, actualmente ocupa el cargo de comisario de las Fuerzas de Seguridad de Guanajuato en la región IV. Este dato ha aumentado la preocupación sobre la cultura de impunidad dentro de las fuerzas policiales.
La viralización de estos videos ha generado un debate sobre la necesidad de reformas profundas en las instituciones de seguridad. Expertos y activistas exigen no solo sanciones para los involucrados, sino también cambios estructurales que prevengan futuros abusos.
La Secretaría de Seguridad y Paz de Guanajuato ha anunciado el inicio de una investigación interna, aunque sin mencionar nombres específicos. La sociedad civil y organizaciones de derechos humanos están atentas al desarrollo de estas investigaciones y demandan transparencia en el proceso.
Este caso pone de manifiesto la urgencia de implementar mecanismos de control más efectivos dentro de las corporaciones policiales y la importancia de la vigilancia ciudadana en la era digital.