Por Bruno Cortés
Ciudad de México – ¡Se armó la rebambaramba en la política nacional! Alejandro «Alito» Moreno, el mero mero del PRI, ha lanzado una propuesta que dejó a más de uno con el ojo cuadrado. Resulta que el líder priista está dispuesto a colgar los guantes, renunciar a la dirigencia de su partido y a su candidatura al Senado, pero sólo si Jorge Álvarez Máynez, el gallo de Movimiento Ciudadano, decide bajarse del ring y apoyar a Xóchitl Gálvez, la abanderada de la alianza ‘Fuerza y Corazón por México’. Todo esto tendría que pasar antes del tercer debate presidencial, programado para el 19 de mayo en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco.
La idea de Alito es simple: hacerle un frente común a Morena y a su candidata, Claudia Sheinbaum, que sigue liderando las encuestas como si tuviera el santo de su lado. Pero, como era de esperarse, la cosa no es tan fácil. Álvarez Máynez no se dejó apantallar y le tiró de regreso una propuesta que suena a ultimátum: sólo se bajará del barco si tanto Alito como Marko Cortés, líder del PAN, renuncian a sus posiciones como legisladores plurinominales.
Álvarez Máynez no se anduvo con rodeos y tachó la propuesta de Alito de puro choro mareador, dejando en claro que si alguien debe declinar, es la misma coalición opositora en su favor. Esto, a menos de un mes de las elecciones presidenciales del 2 de junio de 2024, donde además se estarán renovando un montón de cargos legislativos y gubernamentales.
El panorama se complica con el tercer debate presidencial a la vuelta de la esquina. Este evento es visto como una última oportunidad para que los candidatos se den con todo y traten de mover las preferencias electorales a su favor. Aunque no habrá participación ciudadana directa, el formato promete un intercambio más candente entre los aspirantes.
En resumen, el tiro está cantado: la propuesta de Alito Moreno de dejar la dirigencia del PRI y su candidatura al Senado, si Álvarez Máynez declina a favor de Xóchitl Gálvez, busca consolidar un bloque opositor contra Morena. Pero hasta ahora, la respuesta de Álvarez Máynez ha sido un rotundo «nel pastel», planteando sus propias condiciones para cualquier acuerdo político.
El tiempo corre y la moneda sigue en el aire. ¡Agárrense, porque esto apenas comienza!