En los últimos días, al menos 28 personas han perdido la vida de forma violenta y otras nueve fueron heridas de bala en Sonora. Tras la aprehensión de Rafael Caro Quintero, líder del Cártel de Caborca, la guerra por el control de la plaza por grupos criminales, se ha recrudecido.
La violencia se ha concentrado en los municipios de Guaymas-Empalme, Cajeme y la región del desierto, específicamente en Caborca. Se han vivido ataques armados, privaciones de la libertad y viviendas rafagueadas con armas de grueso calibre.
La violencia en Sonora, que venía en aumento en las últimas semanas, se incrementó. En la semana del 8 al 14 de julio se contaron 20 muertos, en tan sólo cinco días, del 15 al 19, suman 28.
Al respecto David Saucedo, experto en temas de seguridad y analista político, señala que el panorama actual en Sonora es uno de los escenarios “que se veía venir”, puesto que Rafael Caro Quintero era el líder del Cártel de Caborca y los integrantes de su círculo familiar estaban en distintas posiciones importantes del grupo delictivo, como jefe de sicarios o jefes de seguridad.
“Se trata de un cártel familiar, entonces había dos posibilidades: una que se diera una sucesión tersa, es decir, que los integrantes del cártel pudieran acordar quién va a quedar al frente de la organización, tras la detención de Caro, o bien que hubiera una disputa sucesoria”, señala.
En paralelo, el experto considera que existía la posibilidad y, al parecer es lo que está sucediendo, de que, al ver la debilidad de la organización, algunos jefes de plaza y de plaza regional quieran cambiar de bando.
Por años se ha mantenido una larga disputa entre el Cártel de Caborca con las células de Los Chapitos, específicamente de Los Salazar, por lo que, señala Saucedo, es posible que cambien de bando, o bien que los propios integrantes del Cártel de Sinaloa, de la facción de Los Chapitos, aprovechen para tratar de invadir los territorios que ya tenían bajo control los de Caborca.
El especialista explica que una situación un poco complicada para ellos, aunque según informes de inteligencia, el Cártel de Caborca contaba con el respaldo del Cártel de Juárez, lo cierto es que “tardarán un poco, si es que están como aliados, en hacerles llegar apoyo”, señala.
David Saucedo también comenta que, según algunas versiones, Caro Quintero había tenido negociaciones y charlas con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) para enfrentar juntos al de Sinaloa, pero tampoco hay información clara al respecto.
En este sentido, el especialista refiere que debido a que es muy posible que el Cártel de Sinaloa esté aprovechando esta aparente “debilidad”, es posible que se desaten hechos de violencia tal y como ocurrieron en otras regiones del país cuando hubo capturas de narcotraficantes de alto perfil.
Reacomodo
El sábado pasado, la región de Empalme-Guaymas y San Carlos ya estaba convertida en el epicentro de la violencia. Las festividades de la Virgen del Carmen terminaron en tragedia, pues hubo dos ataques armados: uno en el expendio conocido como Bahuo y otro en los muelles.
En este sentido, el especialista señala que una posible disputa por el “reacomodo de plaza” tendría también repercusiones en la esfera política. “Para mí es un hecho que gran parte de los contactos políticos, los anillos de protección con que contaba el Cártel de Caborca estaban depositados directamente a Caro Quintero”.
Al respecto, señala que “habrá que ver cuántos de estos jefes de policías municipales y cuántos comandantes regionales de la policía estatal siguen siendo leales o cambian de bando”.
Por otro lado, David Saucedo considera que será necesaria la intervención de las autoridades: “Creo que va a ser necesario que el gobierno federal llegue a la zona, a la región para tratar de amortiguar y disminuir la violencia emitida o, de otro modo, vamos a encontrar una espiral de violencia en los siguientes meses en la zona de Sonora”, dijo.
A esto se suma, explica, la expectativa por la resolución de la extradición de Caro Quintero y qué sucede con la extinción de dominio que se está aplicando sobre todo en sus bienes, aunque la mayoría de ellos están en la Ciudad de México.
Reacciones “eventuales”
En este contexto de violencia, el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, externó que las aprehensiones de Rafael Caro Quintero, de El Duranguillo y otros criminales detenidos en el sur del estado, vinculados al asesinato de los padres Jesuitas en Chihuahua, generan reacciones violentas, por lo que se fortalecerá la presencia de los cuerpos de seguridad en el estado.
Asimismo, el gobernador del estado dijo que estas agresiones son fruto de la movilidad que ha tenido la incidencia criminal en algunas regiones del estado, particularmente San Carlos y Caborca.