Ciudad de México, 17 de enero de 2024 – En un giro significativo en el ámbito judicial y político de Nuevo León, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha otorgado una suspensión que detiene temporalmente cualquier intento de separar a Ethel María Maldonado Guerra de su cargo como presidenta del Tribunal de Justicia Administrativa (TJA) de Nuevo León. Esta decisión surge en respuesta a la impugnación presentada por Samuel García Sepúlveda, gobernador de Nuevo León, contra la declaratoria de procedencia aprobada por el Congreso local el 8 de mayo de 2023.
El ministro Alberto Pérez Dayán concedió la medida cautelar, enfatizando que su propósito es preservar la situación jurídica actual y evitar un posible daño irreparable a Maldonado Guerra, mientras la Corte resuelve sobre la constitucionalidad de los actos impugnados. Esta suspensión, sin embargo, no paraliza los procedimientos de juicio político y de investigación en contra de Maldonado Guerra, sino que limita la ejecución de cualquier resolución que pueda afectar su cargo.
El caso de Maldonado Guerra ha captado la atención pública y política debido a las acusaciones de la Fiscalía Anticorrupción. La Fiscalía había solicitado el desafuero de Maldonado, argumentando que había contratado a su hijastro, Érick Zavala Hernández, y a la novia de este, Karen Montoya, para puestos en el TJA bajo su dependencia directa.
En su defensa, el gobernador García Sepúlveda argumentó que el desafuero de Maldonado Guerra no solo viola las normas fundamentales que rigen su legalidad, sino que también amenaza la gobernabilidad, las instituciones públicas y los principios constitucionales del orden jurídico del Estado de Nuevo León. Afirmó que esto podría afectar gravemente a la sociedad y perturbar la interacción armónica entre los poderes del estado.
La SCJN, al conceder la suspensión, ha subrayado la necesidad de mantener el equilibrio entre los poderes estatales y asegurar que las acciones tomadas contra funcionarios públicos se ajusten estrictamente a la legalidad. Esta decisión resalta la importancia de proteger los derechos de los individuos frente a procesos judiciales y políticos, a la vez que preserva las instituciones fundamentales del orden jurídico mexicano.
Esta situación en Nuevo León plantea interrogantes críticos sobre la separación de poderes, la gobernabilidad y la transparencia en los procesos judiciales y políticos. Con la SCJN como árbitro final en esta controversia, el caso de Maldonado Guerra se convierte en un precedente importante en la jurisprudencia mexicana, enfatizando la delicada línea que existe entre la justicia, la política y la gobernabilidad.