Ciudad de México, 06 de febrero de 2024.- En un fallo histórico, el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha dictaminado que la Unidad de Inteligencia Financiera, dependiente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), debe divulgar los detalles financieros relacionados con la adquisición del controvertido software de espionaje Pegasus. Este veredicto llega tras la controversia generada por la negativa del gobierno federal de proporcionar esta información, alegando razones de seguridad nacional.
La discusión en la Corte se centró en dos proyectos que cuestionaban la postura del gobierno respecto a la reticencia en revelar los pormenores del contrato con la firma israelí creadora de Pegasus. La mayoría de los ministros, nueve de once, votaron a favor de hacer pública dicha información, alineándose así con la postura previamente adoptada por el Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), que ya había resuelto que la SHCP debía transparentar estos datos.
Este conflicto legal alcanzó un nuevo capítulo cuando el gobierno, a través de la Consejería Jurídica, interpuso un recurso de revisión contra la resolución del Inai del 10 de noviembre de 2021, buscando proteger la información bajo el manto de la seguridad nacional. Sin embargo, la ponencia liderada por el ministro Alberto Pérez Dayán en la SCJN se inclinó por el derecho de la ciudadanía a conocer en qué se invierten los recursos públicos, incluso en materias tan delicadas como la seguridad nacional.
Este fallo no solo representa un avance significativo en materia de transparencia y acceso a la información en México, sino que también establece un precedente crucial respecto a la delgada línea entre la seguridad nacional y el derecho público a la información. La decisión de la SCJN envía un mensaje claro sobre la importancia de la rendición de cuentas en todas las esferas del gobierno, especialmente en aquellas que involucran herramientas tan poderosas y polémicas como el software Pegasus, conocido mundialmente por su capacidad de infiltración en dispositivos móviles para espiar a periodistas, activistas y figuras de la oposición.