La obesidad infantil es una de las preocupaciones de salud más grandes a nivel mundial, y las opciones de tratamiento para los más pequeños han sido limitadas. Sin embargo, un nuevo estudio ha revelado que el medicamento Saxenda (liraglutida), utilizado previamente para ayudar a los adultos a perder peso, también puede ser efectivo y seguro en niños de hasta 6 años. Esta investigación, publicada en el New England Journal of Medicine, representa un gran avance en el tratamiento de la obesidad pediátrica.
El estudio, presentado en la reunión anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes, analizó a 82 niños de entre 6 y 11 años con índices de masa corporal (IMC) elevados. Los resultados fueron alentadores: los niños que recibieron inyecciones diarias de liraglutida lograron reducir su IMC en un 5.8%, mientras que aquellos que recibieron un placebo experimentaron un aumento del 1.6%. Esta diferencia de 7.4 puntos porcentuales muestra que Saxenda no solo es efectivo, sino que podría ofrecer una nueva opción para el tratamiento de la obesidad infantil, que hasta ahora se ha basado en cambios de estilo de vida y asesoramiento.
La liraglutida, aprobada por la FDA para adultos en 2014 y para adolescentes en 2020, ha demostrado ser una herramienta poderosa para abordar la obesidad en niños más pequeños. Aunque los efectos secundarios, como náuseas y diarrea, fueron comunes en el grupo tratado con el medicamento, estos problemas tendieron a disminuir con el tiempo.
A pesar de los resultados prometedores, los expertos advierten que el tratamiento con liraglutida debe ser monitoreado de cerca. Existe preocupación de que la supresión del apetito pueda afectar el crecimiento natural de los niños, ya que se encuentran en una etapa de desarrollo activo. Aún así, este estudio abre una puerta importante en la lucha contra la obesidad infantil y podría cambiar la vida de muchos niños y adolescentes en riesgo de desarrollar problemas de salud graves como diabetes y enfermedades cardiovasculares.