Santuario de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos en Tlalpujahuilla

En el corazón de Michoacán, enclavado en el pintoresco poblado de San Juan Tlalpujahuilla, cerca del Pueblo Mágico de Tlalpujahua, se erige un santuario que no solo es un testimonio de la devoción y la fe, sino también un maravilloso ejemplo de la arquitectura religiosa y un centro de milagros que atrae a visitantes de todas partes. Este es el Santuario de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos en Tlalpujahuilla, un lugar donde la espiritualidad y la belleza natural se encuentran para ofrecer una experiencia única a sus visitantes.

El Santuario de Nuestra Señora de Tlalpujahuilla es el resultado del trabajo y la dedicación de toda una comunidad. Llegada a la iglesia el 28 de noviembre de 1936 por el misionero Don José de Jesús del Valle, la imagen de la Santísima Virgen de San Juan de los Lagos ha sido el centro de la vida espiritual del lugar. Construido con materiales locales como la cantera rosa, cantera gris y madera de las cercanías, el santuario es un testimonio de la unión y la fe de los habitantes de San Juan Tlalpujahuilla

Uno de los aspectos más destacados del santuario es el conocido Pocito de Nuestra Señora de San Juan. Según la tradición local, en 1938, durante una sequía que amenazaba con detener la construcción del santuario, los habitantes realizaron una procesión con la imagen de la Virgen, pidiendo su intercesión. Milagrosamente, en el lugar donde se colocó la imagen, brotó agua, un evento considerado como el primer milagro de la Virgen en este lugar. Hoy, el pocito es un lugar de peregrinación donde los visitantes buscan el agua milagrosa con la esperanza de curaciones y bendiciones

Para aquellos interesados en explorar este santuario y sus alrededores, se recomienda la compañía de un guía local certificado como Adrián Téllez, quien puede personalizar la experiencia de acuerdo a los intereses y necesidades de cada visitante. Tlalpujahua y San Juan Tlalpujahuilla ofrecen una combinación única de historia, cultura, y belleza natural, haciendo de este destino uno de los tesoros menos explorados de Michoacán