En el Pueblo Mágico de San Pedro y San Pablo Teposcolula, ubicado a solo dos horas de la ciudad de Oaxaca de Juárez, se alza la capilla abierta más grande del mundo, una maravilla arquitectónica que cautiva a visitantes de todo el mundo. Este tesoro de la Sierra Mixteca es un testimonio de la rica historia y la fusión cultural que caracteriza a la región.
La capilla abierta de Teposcolula es una estructura monumental de cantera rosa y blanca que data del siglo XVI. Con sus imponentes columnas y espacios iluminados por la luz natural, ofrece un escenario perfecto para la fotografía y la contemplación. Este ex convento, dedicado a los apóstoles Pedro y Pablo, no solo es un lugar de culto, sino también un reflejo de los avances científicos y tecnológicos de la época.
Teposcolula encanta con sus calles empedradas, leyendas y paisajes naturales. El Templo y Claustro De San Pedro y San Pablo Teposcula, con sus reminiscencias de la antigua Grecia, es solo uno de los muchos tesoros que este pueblo ofrece. La influencia mixteca y europea se hace evidente en cada rincón, transportando a los visitantes a un pasado histórico y culturalmente rico.
Además de la capilla abierta, Teposcolula invita a explorar la Casa de la Casica, un palacio indígena del siglo XVI, y el parque municipal, donde se pueden degustar tamales con hoja de totomoste. Los vestigios de la antigua civilización mixteca en Yucundaa y el juego de pelota son otros de los atractivos que hacen de este lugar un destino único.
Para llegar a Teposcolula desde Pachuca o la Ciudad de México, se recomienda planificar un viaje temprano o considerar pasar la noche en la zona para disfrutar al máximo de la experiencia. El acceso al mirador es posible en auto propio o a través de transporte público y operadoras de tour desde la cabecera municipal de Zimapán.