Nuevo León a 4 de diciembre, 2023.- En un inesperado giro en la arena política de Nuevo León, Samuel García, el gobernador del estado, ha sacado a la luz una carta enviada por los partidos PRI (Partido Revolucionario Institucional) y PAN (Partido Acción Nacional) con asombrosas demandas a cambio de aprobar el nombramiento de Javier Navarro como gobernador interino. Este sorprendente episodio arroja luz sobre las prácticas políticas poco éticas y las luchas de poder detrás de escena que continúan plagando el mundo de la política en México.
En una conferencia de prensa durante la inauguración de la reconstrucción de un puente vehicular en el municipio de Escobedo, Samuel García compartió los detalles impactantes de esta carta, que constaba de 11 puntos petitorios. Entre las demandas más llamativas se encontraba la solicitud de 2 mil 500 millones de pesos para el próximo año, un acto que refleja la ambición económica de los partidos involucrados.
Además, la carta pedía la retirada de todas las carpetas penales que involucraban a figuras prominentes de dichos partidos, lo que suscitó preocupaciones sobre la impunidad y la justicia en el estado. Otra petición polémica era la exención de impuestos para los siguientes cinco años, lo que generaría un «blindaje fiscal» para estos partidos. Quizás la solicitud más sorprendente de todas era la designación de Adrián de la Garza como fiscal general del estado durante nueve años.
En un discurso emocional, Samuel García no dudó en criticar duramente al PRI y al PAN, a los que llamó «corrientes» y acusó de ser parte de la «vieja política» que ha estado afectando al estado y al país durante décadas. En sus palabras, «Son unos corrientes, el PRI y el PAN de Nuevo León es lo más corriente que he visto en mi vida… No le voy a dar el gobierno a la gente más corriente de todo México, nunca, y se van a ir, los vamos a sacar de México y de Nuevo León».
García también reveló que, aunque había considerado competir en las elecciones de 2024 y lideraba las encuestas en enero, ha decidido postergar sus ambiciones presidenciales hasta el 2030. Su enfoque principal, según afirmó, es seguir trabajando por el bienestar de Nuevo León y evitar que el PRI y el PAN se adueñen del gobierno.
El gobernador enfatizó su compromiso con el estado, argumentando que no estaba dispuesto a ceder el poder a estos partidos debido a su temor a la corrupción y la mala gestión. En sus palabras, «Para mí que la prioridad es Nuevo León, cómo iba a cederles a la vieja política de nuevo ser el gobierno, en una hora se hubieran depositado en sus cuentas toda la lana. Ni madres, ¿verdad, que nada?».
Samuel García concluyó su discurso expresando su convicción de que un presidente regio podría llevar a México a un futuro más próspero y prometedor. Afirmó que el crecimiento que experimentó su sistema político en tan solo diez días asustó a los poderes fácticos, quienes temían que pudiera alcanzar el primer lugar si se le diera más tiempo.
Este episodio revelador plantea preguntas importantes sobre la integridad política en México y destaca la necesidad de una mayor transparencia y rendición de cuentas en el proceso político. La lucha por el poder sigue siendo una realidad compleja en la vida política del país, y eventos como este arrojan luz sobre las tensiones y los desafíos que enfrenta México en su camino hacia un futuro más justo y equitativo.