Este fin de semana, Guanajuato se convirtió en el epicentro de la gastronomía mexicana con la celebración de un evento culinario que reunió a cocineros y aficionados de todo el estado. La Velaría de la Feria de León fue el escenario perfecto para este encuentro, que no solo buscaba premiar la creatividad y el sabor, sino también promover y preservar la rica tradición culinaria de la región.
El evento, organizado por la Secretaría de Turismo de Guanajuato a través del programa “Guanajuato, Sí Sabe”, atrajo a aproximadamente 7 mil personas y generó una derrama económica cercana a los 4 millones de pesos. Durante dos días, los asistentes disfrutaron de más de 80 platillos tradicionales, postres y bebidas ancestrales ofrecidos por 42 cocineras y cocineros destacados, además de la venta de artesanías producidas por 15 talentosos artesanos locales.
La diversidad de la oferta culinaria fue impresionante. Desde tamales azules de chile y piloncillo hasta menudo tatemado y delicias del maguey, los platillos demostraron la riqueza y la innovación de la cocina guanajuatense. Este festival no solo fue una fiesta para el paladar, sino también un homenaje a las tradiciones que definen a este vibrante estado.
Los talleres ofrecidos, como el de chiclosos y obleas de cajeta de Celaya, o las catas de chocolates exóticos con mezcal, permitieron a los asistentes profundizar en sus conocimientos culinarios y aprender directamente de los expertos. Además, actividades como la elaboración de huertos orgánicos y la separación de residuos subrayaron la importancia de la sostenibilidad en la cocina.
El aspecto cultural también estuvo bien representado con actuaciones de la danza Chichimeca Jonaz, el Mariachi Damas de América y otros artistas locales, que enriquecieron el evento con su arte y pasión, creando una atmósfera festiva y auténticamente guanajuatense.
La culminación del evento fue la ceremonia de premiación del «Concurso de Platillo Dulce y Salado», donde seis cocineros fueron reconocidos por su excepcional habilidad culinaria. Los ganadores, que recibieron premios en efectivo, demostraron que la cocina guanajuatense es tanto una forma de arte como un elemento clave de la identidad cultural del estado.
Este evento no solo celebró la gastronomía guanajuatense, sino que también demostró cómo la comida puede ser un puente entre la tradición y la modernidad, y cómo la pasión por la cocina puede unir a las comunidades. Guanajuato no solo sabe, sino que también siente y celebra su herencia culinaria con cada plato servido.