Por Juan Pablo Ojeda
Rusia ha arremetido contra la reciente visita del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a Estados Unidos, calificándola de un «fracaso político y diplomático absoluto». Según la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, la visita, que se llevó a cabo el 28 de febrero, terminó en una tensa discusión entre Zelenski y el presidente estadounidense, Donald Trump, junto con el vicepresidente D.J. Vance.
A través de un comunicado publicado en la página web oficial de la cartera de Exteriores, Zajárova manifestó que la presencia de Zelenski en Washington fue un rotundo fracaso para el régimen de Kiev, quien, según Rusia, ha demostrado ser incapaz de lograr acuerdos y ha sido calificado por el Kremlin de “incompetente” y “corrupto”. La diplomática subrayó que las autoridades rusas han denunciado en repetidas ocasiones la falta de capacidad de Zelenski para encontrar una solución política a la crisis ucraniana, insistiendo en que Ucrania fue quien se negó a continuar las negociaciones diplomáticas en la primavera de 2022.
En su intervención, Zajárova acusó al presidente ucraniano de manipular la situación para justificar la continuación de las hostilidades y, al mismo tiempo, recibir ayuda militar y financiera de Occidente. También criticó el comportamiento de Zelenski durante su estancia en Washington, al considerarlo “grosero” y “escandaloso”, y agregó que su actitud confirmaba que es una “amenaza peligrosa para la comunidad mundial” como un “instigador irresponsable de una gran guerra”.
La portavoz rusa también se refirió al mandatario ucraniano como “un cínico obsesionado con conservar el poder que ha usurpado”. En cuanto a las declaraciones de Trump, Zajárova reveló que el presidente estadounidense reprendió severamente a Zelenski, un acto que, según ella, reflejó la “debilidad política y la degradación moral” de aquellos líderes europeos que continúan apoyando al “líder demente del régimen nazi”.
Además, la portavoz insistió en que los objetivos de Rusia en la región siguen siendo inalterables, centrados en la desmilitarización y la desnazificación de Ucrania, así como en el reconocimiento de las realidades sobre el terreno. Concluyó su declaración señalando que si Kiev y las capitales europeas aceptaran esta realidad, la solución pacífica al conflicto ucraniano estaría más cerca.