Por Juan Pablo Ojeda
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, rechazó cualquier posibilidad de renunciar a su cargo, a pesar de la creciente violencia que ha azotado la entidad durante las últimas tres semanas. En declaraciones realizadas en el Palacio Legislativo de San Lázaro, donde asistió a la transmisión de poderes, Rocha enfatizó que fue elegido por el pueblo de Sinaloa y que cuenta con el respaldo de la presidenta Claudia Sheinbaum.
“No existe la posibilidad de eso (de su renuncia). No hemos hecho que nos lleve nada a eso”, subrayó Rocha. El gobernador añadió que la violencia es un problema que afecta a diversas regiones del país, pero aseguró que su administración responde con “carácter y energía” ante la situación.
Sinaloa ha sido escenario de una intensa ola de violencia, que se ha intensificado tras la detención en EE.UU. del narcotraficante Ismael «Mayo» Zambada, el 25 de julio. Este conflicto se ha visto exacerbado por las luchas internas entre facciones del Cártel de Sinaloa, lo que ha provocado un despliegue de más de 2,200 elementos de las Fuerzas Armadas por parte del gobierno mexicano.
El exmandatario Andrés Manuel López Obrador, junto con altos mandos militares, ha indicado que la solución a la violencia dependerá de que el Cártel de Sinaloa cese sus enfrentamientos internos. A pesar de estos desafíos, Rocha Moya reafirmó su compromiso con los ciudadanos de Sinaloa, enfatizando que su administración continuará trabajando en la búsqueda de soluciones efectivas.