Por Juan Pablo Ojeda
En una entrevista con Jesús Esquivel para la revista Proceso, el exagente de la DEA, Michael Riley, desestimó la versión de Ismael «El Mayo» Zambada sobre su reciente traslado a Estados Unidos, calificándola de «cortina de humo» para ocultar un acuerdo con las autoridades estadounidenses. Riley, quien desempeñó un papel crucial en la captura de Vicente Zambada Niebla, alias “El Vicentillo”, el hijo de Zambada, argumentó que el actual líder del Cártel de Sinaloa está intentando protegerse de acusaciones que podrían conllevar la pena de muerte.
Riley afirmó que, al igual que su hijo, Zambada García es uno de los criminales más astutos y sabe cómo negociar con Estados Unidos. Según el exagente, «El Mayo» está forzado a afirmar que fue secuestrado para evitar enfrentar cargos que implican la pena capital en varios casos. Riley destacó que la estrategia de Zambada está en línea con la de su hijo, quien también recibió apoyo para evitar un juicio.
¿Sin Juicio para ‘El Mayo’?
El 6 de agosto, se informó que Zambada sería trasladado de Texas a Brooklyn, donde su caso sería manejado por la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York, la misma que juzgó a Joaquín «El Chapo» Guzmán. Sin embargo, Riley y Esquivel coinciden en que Zambada no enfrentará juicio. «Como a El Vicentillo, a él lo van a llevar y sacar de la Corte durante un año o dos. Luego, anunciarán que es testigo protegido», advirtió Riley, quien conoce bien los procedimientos por haber sido responsable de que Vicente Zambada testificara contra Guzmán y Genaro García Luna.
Esquivel, quien ha seguido de cerca el caso de Zambada, señaló que la versión del exagente Riley tiene peso debido a su experiencia en el caso de El Vicentillo. Riley subrayó que la entrega de Zambada no fue un simple acto de traición interna, como sugieren algunas versiones, sino un acuerdo calculado con las autoridades estadounidenses.
La Versión de ‘El Mayo’ y la Reacción de EE.UU.
El 10 de mayo, Los Angeles Times publicó el primer pronunciamiento de Zambada tras su detención, en el cual afirmaba haber sido emboscado y llevado a Estados Unidos contra su voluntad después de asistir a una falsa reunión. Esta versión fue parcialmente confirmada por el embajador de EE.UU. en México, Ken Salazar, quien indicó que mientras Joaquín Guzmán se entregó voluntariamente, la evidencia sugiere que Zambada fue trasladado bajo coacción.
Sin embargo, Riley descartó esta versión como improbable. “Después de años intentando capturarlo, ahora resulta que se entregó tan fácilmente. Parece que ‘El Vicentillo’ tuvo un papel crucial en este proceso”, aseguró.
Riley también recordó que la entrada de aeronaves a Estados Unidos, especialmente cerca del Aeropuerto de Santa Teresa, está fuertemente regulada. “Sin un permiso anticipado, ningún avión puede ingresar a EE.UU. desde el 11 de septiembre de 2001”, subrayó Riley, lo que hace aún más difícil creer en la versión de una entrega forzada sin un acuerdo previo.
En medio de estas declaraciones, el caso de Zambada sigue generando incertidumbre, y la verdadera naturaleza de su acuerdo con las autoridades estadounidenses permanece en el centro de un debate intenso y complejo.