La influencia de la inteligencia artificial en nuestras vidas es innegable, y esto se extiende al ámbito de las finanzas personales, donde esta tecnología ha simplificado nuestras transacciones cotidianas y ha mejorado la gestión de nuestro dinero. Sin embargo, detrás de los beneficios aparentes se esconden riesgos que debemos tener en cuenta.
La inteligencia artificial en las finanzas personales ha traído consigo una serie de ventajas, desde recordatorios de fechas de pago hasta la verificación de identidad mediante la biometría facial. No obstante, ¿cuáles son los riesgos asociados con estos avances?
Bard, de Google, destaca algunos usos de la inteligencia artificial en finanzas personales, como analizar datos financieros para identificar patrones y tendencias, generar recomendaciones personalizadas de productos financieros y automatizar tareas como el pago de facturas e inversiones.
Ejemplos concretos incluyen asistentes financieros virtuales, plataformas de inversión automatizadas y aplicaciones de análisis de crédito que utilizan la IA para comprender el crédito y mejorar la puntuación crediticia.
Sin embargo, en la 17ª Convención Nacional de Asofom, se subrayó la importancia de la ciberseguridad en el uso de la inteligencia artificial, especialmente porque esta tecnología se ha vuelto cada vez más accesible para todos. La IA, al estar en constante desarrollo, puede tener vulnerabilidades que los hackers pueden aprovechar.
¿Cómo puede afectar un ciberataque nuestras finanzas personales? Los ciberdelincuentes pueden robar dinero de cuentas bancarias o tarjetas de crédito, dañar la calificación crediticia y dificultar la obtención de préstamos futuros.
Para evitar convertirse en víctimas de ciberataques, es fundamental ser consciente de la amenaza y tomar medidas de precaución, como tener cuidado con los correos electrónicos y los enlaces, mantener los dispositivos actualizados, utilizar contraseñas fuertes y únicas, habilitar la autenticación de dos factores y monitorear la actividad financiera regularmente.
En resumen, la adopción de la inteligencia artificial en nuestras finanzas personales brinda comodidad, pero también implica riesgos que debemos abordar con precaución y ciberseguridad.