Por Bruno Cortés

En un ambiente de incertidumbre y tensión política, Ricardo Monreal Ávila, coordinador del Grupo Parlamentario de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), dejó claro que la decisión sobre el dictamen de improcedencia, proveniente de la Sección Instructora, se tomará en el Pleno de la Cámara de Diputados este martes. La noticia, que ha captado la atención de todos los que siguen de cerca los temas políticos del país, viene a poner un manto de dudas sobre el proceso legislativo que se está viviendo.

Monreal, quien es uno de los personajes más influyentes dentro del Congreso, respondió a los medios al término de la reunión de la Jucopo, señalando que la propuesta de discutir este dictamen ante el Pleno fue ya puesta sobre la mesa de la Mesa Directiva. Este dictamen, que tiene que ver con la posible procedencia de ciertos asuntos, ha generado revuelo, y la interrogante principal ahora es si será aprobado o no.

El diputado fue cuestionado sobre el papel de las mujeres en la resolución de este tema, a lo que Monreal respondió con un “No sabemos. Hay que esperar a mañana”, dejando abierta la posibilidad de que el proceso pueda tomar rumbos inesperados.

En medio de los rumores de presiones y líneas políticas, Monreal fue tajante en su respuesta: “No hay línea. Con nadie he hablado. Cada quien tiene su propio criterio”, aclarando que no existen presiones externas y que, como siempre, la decisión está en manos de los legisladores, quienes deben decidir de acuerdo con su juicio.

Este tipo de declaraciones suelen ser comunes en el escenario político, sobre todo cuando se trata de temas que pueden tener un impacto significativo en el futuro de la política mexicana. La Sección Instructora, como parte del proceso legislativo, juega un papel crucial al revisar y emitir dictámenes sobre diversas iniciativas, pero lo que ocurrirá con este caso en particular es algo que aún está por definirse en las próximas horas.

Lo cierto es que, más allá de las especulaciones, todo está dispuesto para que el debate se lleve a cabo en la sesión del Pleno, y será ahí donde los legisladores decidirán si avanzan con el dictamen o si lo rechazan, una decisión que podría marcar un precedente en la forma en que se manejan otros temas dentro del Congreso. El suspenso continuará, pero la certeza es que la Cámara de Diputados tiene la última palabra.