Por Bruno Cortés
En los últimos días, se ha hablado mucho sobre los cambios que el Gobierno Federal está proponiendo en el sistema del Infonavit, especialmente con respecto a cómo los ahorros de los trabajadores pueden ser utilizados. A raíz de una reforma que fue discutida en el Senado, el senador Ricardo Anaya Cortés explicó algunos puntos clave sobre lo que podría significar esta nueva iniciativa, y cómo podría afectar a los trabajadores que tienen su dinero guardado en este instituto.
Primero, hay que entender cómo funciona el Infonavit. Cada mes, los trabajadores que tienen un empleo formal aportan una parte de su salario al Infonavit, a través de su subcuenta de vivienda. Ese dinero, que pertenece al trabajador, se acumula con el paso de los años, y puede ser utilizado para comprar una casa, pagarla o incluso retirarlo al momento de la jubilación. Hasta aquí, todo suena claro y en beneficio de los trabajadores, ya que se trata de un ahorro para su futuro.
Sin embargo, la reforma que propone el Gobierno tiene un giro importante: el dinero en las subcuentas de los trabajadores podría ser utilizado para que una nueva empresa, creada por el propio Infonavit, compre terrenos y construya viviendas. De acuerdo con Anaya, esto le da un nuevo poder al gobierno para disponer de esos recursos, sin que el trabajador tenga control directo sobre el uso de su dinero.
Este cambio es importante porque modifica la forma en que se administran los ahorros de los trabajadores. La idea es que el gobierno tenga mayor poder sobre las decisiones que se tomen con esos recursos, lo que incluye la construcción de viviendas. Si antes el trabajador podía decidir si usaba ese dinero para comprar una casa o no, con la reforma, esa capacidad se ve reducida, ya que ahora el Gobierno podrá decidir en qué terrenos y proyectos se utilizarán esos fondos.
Otro aspecto relevante de la reforma tiene que ver con la estructura de los organismos que supervisan el Infonavit. Actualmente, la supervisión está dividida entre el Gobierno, los empresarios y los trabajadores de forma tripartita. Con la nueva reforma, el gobierno tendrá un control mucho más fuerte en estos órganos de supervisión, como la Comisión de Vigilancia, el Comité de Auditoría y el Comité de Transparencia. Estos cambios permiten que el Gobierno Federal tenga mayor poder en la toma de decisiones, algo que podría ser una preocupación para aquellos que buscan transparencia y equidad en el manejo de los fondos de los trabajadores.
Anaya Cortés expresó que, en términos simples, el gobierno tendría la capacidad de disponer de los ahorros de los trabajadores para hacer inversiones en el sector inmobiliario. Esta medida también traería consigo un cambio en los mecanismos de control, ya que el número de representantes del gobierno en estos comités sería mayor que el de los representantes de los trabajadores y los empresarios, lo que podría restarles poder de decisión.
En resumen, la reforma al Infonavit está diseñada para que el gobierno tenga más control sobre los recursos de los trabajadores y pueda usarlos para proyectos inmobiliarios. Aunque esto podría beneficiar a quienes buscan vivienda, también genera preocupación sobre la transparencia y el control de los ahorros que los trabajadores han acumulado a lo largo de los años.