Esta agua captada tendrá diversos usos: desde la limpieza de instalaciones hasta el riego de áreas verdes. Además, como parte de una visión más amplia y ecoamigable, se promueve la adopción de huertos urbanos, infraestructuras para eficiencia energética, estaciones de carga para vehículos eléctricos, espacios para bicicletas y bebederos de agua.
El compromiso con la Agenda 2030 queda manifiesto en esta decisión, poniendo a las instituciones gubernamentales a la vanguardia en la gestión sostenible del agua. A su vez, se plantea la necesidad de incentivos económicos y fiscales para que residencias y sector industrial se sumen a esta tendencia.
Durante el debate, el senador Rafael Espino de la Peña enfatizó la necesidad de contar con presupuesto o seguir con políticas de deducciones para estas medidas, haciendo un llamado directo a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Por su parte, la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz, del PAN, subrayó la imperiosa necesidad de que todos los edificios públicos adopten estos sistemas ante la crisis de cambio climático que vivimos.
La senadora Beatriz Paredes Rangel, del PRI, recordó la urgencia de atender la Ley General del Agua, especialmente ante las problemáticas de sequía en el norte del país. En esa misma línea, el senador Miguel Ángel Mancera Espinosa, del PRD, mostró su apoyo y preocupación por las entidades más afectadas.
Finalmente, la senadora Martha Márquez Alvarado hizo eco de los graves problemas ecológicos ocurridos en Aguascalientes, donde se vació una presa sin los debidos permisos, causando un daño ambiental irreparable.
Este dictamen marca un precedente en la gestión del agua en México y refleja la conciencia creciente sobre la necesidad de adaptarnos a un mundo en constante cambio climático. El camino hacia una gestión sostenible del agua ha comenzado, y México da un paso firme en esa dirección.