Cuatro años después de la muerte de Diego Maradona, la justicia argentina sigue investigando las circunstancias en las que falleció el astro del fútbol. En las recientes audiencias, dos médicos han declarado que la habitación donde Maradona pasó sus últimos días estaba en condiciones deplorables y sin equipo médico básico para una emergencia.
El juicio, que busca determinar la responsabilidad de siete profesionales de la salud, reveló que el cuarto donde murió Maradona en la casa de Tigre no contaba con un desfibrilador, oxígeno ni tubos de reanimación.
Colin Campbell, médico vecino del exfutbolista, fue llamado de emergencia el 25 de noviembre de 2020. Al llegar, encontró a una enfermera intentando reanimarlo sin éxito. Según su testimonio, el cuerpo de Maradona ya presentaba rigidez y signos de que había fallecido al menos dos horas antes.
“La casa estaba sucia, desordenada, no tenía las condiciones mínimas para alguien recién operado”, declaró Campbell ante el tribunal.
Otro médico, Juan Carlos Pinto, confirmó que, al arribar la primera ambulancia, Maradona ya no tenía signos vitales. Fue él quien comunicó la noticia a la exesposa del ídolo, Claudia Villafañe, y a sus hijas.
El juicio, que se extenderá al menos hasta julio, busca determinar si hubo negligencia médica en la muerte del campeón del mundo. Entre los acusados están médicos, enfermeros, una psiquiatra y un psicólogo, quienes podrían enfrentar penas de entre 8 y 25 años de prisión por homicidio con dolo eventual, es decir, haber sido conscientes de que su accionar podría derivar en la muerte de Maradona.
Las declaraciones han dejado en evidencia presuntas fallas graves en la atención médica que recibía el exfutbolista, generando indignación entre sus seguidores y la opinión pública.
El próximo martes continuará el juicio con nuevas declaraciones de testigos clave.