Ciudad de México, 28 de febrero de 2024.– Tras un meticuloso proceso de restauración, las esculturas de las Tres Virtudes Teologales, “Fe”, “Esperanza” y “Caridad”, obras maestras del reconocido arquitecto Manuel Tolsá, han retornado a su eminente posición sobre la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México. Esta reubicación llega después de su remoción en 2017, resultado de los daños ocasionados por los terremotos que sacudieron a la capital.
El proceso no ha estado exento de polémica. Restauradores y usuarios en redes sociales han expresado su inquietud, particularmente por los cambios aparentes en los rasgos faciales de la “Esperanza”, que para algunos no concuerdan con la estética original de Tolsá. La “Esperanza” fue la más perjudicada por el sismo del 19 de septiembre de 2017, sufriendo una caída que la partió en tres grandes fragmentos y resultó en la pérdida casi total de la cabeza.
Arturo Balandrano, director de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura, defendió la intervención, asegurando que se realizó un trabajo respetuoso, acorde a las normas internacionales de restauración. La empresa encargada de la conservación, seleccionada mediante licitación, siguió un plan diseñado por la restauradora Marina Raquel Straulino Muñoz. Este plan incluyó el tallado de una nueva cabeza para la “Esperanza” por parte del cantero Esteban Reyes, tomando como referencia fotografías históricas y un levantamiento milimétrico en 3D de la fachada de la Catedral.
Straulino Muñoz aclara que lo realizado no debe considerarse una restauración en el sentido estricto, sino más bien una restitución de la cabeza de la “Esperanza”, basada en el escaso material original que se conservó. Esta distinción es crucial para entender el enfoque adoptado por los restauradores, quienes evitaron caer en la falsificación, respetando el legado de Tolsá al máximo posible.
En cuanto a las esculturas de “Fe” y “Caridad”, también afectadas por los sismos, se limitaron a realizar labores de limpieza, resanado y aplicación de una capa protectora, sin necesidad de intervenciones tan drásticas como en la “Esperanza”. Para prevenir futuros daños por sismos, se instalaron pernos de acero inoxidable de 70 centímetros en las esculturas, asegurándolas a sus bases.
La ceremonia de develación contó con la presencia de autoridades culturales, incluida la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, quien destacó la inversión gubernamental de aproximadamente 89 millones de pesos en la restauración general de la Catedral. Balandrano especificó que más de cinco millones de pesos se destinaron específicamente a la intervención de las tres esculturas, con cerca de tres millones asignados a la restauración de la “Esperanza”.