CDMX a 10 de abril, 2024.- En una iniciativa sin precedentes, la Comisión de Derechos Digitales del Senado de México, liderada por la senadora Ruth Alejandra López Hernández, ha aprobado una serie de reformas destinadas a salvaguardar la integridad de niñas, niños y adolescentes frente a los contenidos violentos y discriminatorios presentes en videojuegos, así como a combatir la sexualización precoz o hipersexualización en los medios digitales y tradicionales.
Las reformas proponen una modificación crucial al artículo 69 Bis de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, imponiendo a los distribuidores de videojuegos la responsabilidad de señalar claramente la clasificación de contenido en un 25% del área de la portada y en toda publicidad, basándose en los criterios establecidos por la Secretaría de Gobernación. Además, se espera que esta dependencia actualice sus lineamientos de clasificación de contenidos de videojuegos dentro de los 180 días posteriores a la implementación del decreto, asegurando así una supervisión efectiva de las disposiciones legales.
Un segundo dictamen aborda la problemática de la hipersexualización, definiéndola como la atribución de un carácter sexual indebido a comportamientos, vestimenta y actitudes de menores, forzándolos a adoptar roles erotizados inapropiados para su etapa de desarrollo. Las reformas buscan prevenir, atender y sancionar estos actos, imponiendo restricciones a concesionarios de radiodifusión y telecomunicaciones, así como a tutores legales, prohibiendo la difusión de material que fomente esta práctica.
Adicionalmente, se han introducido cambios en la Ley Federal de Protección al Consumidor y la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, buscando evitar la utilización de imágenes de menores en publicidad que promueva estereotipos de género o relaciones de desigualdad, así como restringir la programación que pueda inducir a la sexualización precoz.
Esta revolución legislativa representa un paso gigantesco en la protección de los menores en México, respondiendo a una creciente preocupación por el impacto de los contenidos digitales y mediáticos en el desarrollo psicosocial de la infancia y la adolescencia. Con la aprobación de estos dictámenes, México se posiciona a la vanguardia en la lucha contra la violencia y la sexualización en los medios, estableciendo un precedente para la creación de un entorno digital y mediático seguro para las nuevas generaciones.