En el marco de los 80 años de la promulgación de la Ley Orgánica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el rector Leonardo Lomelí Vanegas destacó la necesidad de una reforma institucional basada en el diálogo, el trabajo colectivo y una deliberación informada que involucre a toda la comunidad universitaria. Esta reforma, señaló, buscará fortalecer la democracia interna de la UNAM y adecuar sus marcos jurídicos a los tiempos actuales, enfrentando con éxito los complejos desafíos del presente y el futuro.
La reforma, según Lomelí, se fundamenta en los principios de la autonomía universitaria, que ha sido y seguirá siendo el pilar para la generación de conocimiento y la libertad académica. Este enfoque, añadió, es crucial para que las nuevas generaciones lideren los cambios necesarios para México y el mundo. En una época marcada por avances tecnológicos vertiginosos, como la inteligencia artificial, y demandas sociales crecientes, la Universidad debe renovar sus estructuras para continuar siendo un referente en la construcción de una sociedad más justa, equitativa e inclusiva.
El rector subrayó que la reforma no es solo una actualización normativa, sino un proceso que promueve la participación activa de los estudiantes, docentes e investigadores, quienes serán los principales actores en la toma de decisiones. Además, hizo hincapié en la importancia de la Ley Orgánica de la UNAM como un instrumento que ha garantizado la estabilidad y flexibilidad de la institución, permitiendo un equilibrio entre los diversos sectores que conforman la comunidad universitaria.
En su intervención, destacados académicos y líderes universitarios también expresaron su apoyo a la reforma. Hugo Alejandro Concha Cantú, Abogado General de la UNAM, recordó cómo la Ley Orgánica ha sido clave para el crecimiento y la pluralidad dentro de la Universidad. Por su parte, Diego Valadés Ríos, investigador emérito, resaltó que la ley ha sido fundamental para preservar un espacio académico libre de antagonismos ideológicos, donde el conocimiento y la creatividad son los verdaderos motores del cambio.
Elisa Speckman Guerra, directora del Instituto de Investigaciones Históricas, reafirmó que la autonomía es esencial para que la UNAM siga siendo un centro de investigación relevante a nivel nacional e internacional, capaz de abordar los grandes retos del país, desde la sostenibilidad hasta la inteligencia artificial. Finalmente, María Teresa Uriarte Castañeda, exintegrante de la Junta de Gobierno, destacó que la estabilidad institucional y la autonomía deben ser defendidas frente a amenazas como la asfixia presupuestal.
Con la participación de todos los sectores de la comunidad universitaria y el compromiso de avanzar hacia un modelo más democrático y adaptado a las necesidades del mundo actual, la reforma en la UNAM promete ser un hito en la historia de la institución, reafirmando su papel como líder en la educación superior, la investigación y la transformación social en México.