Por Juan Pablo Ojeda

Este viernes, un grupo de familias desplazadas por la violencia de grupos criminales en Chiapas regresaron a sus hogares, ubicados en el distrito de riego de San Gregorio, en los municipios de Frontera Comalapa y La Trinitaria. Estas familias se habían desplazado previamente a otras regiones del estado, como el Altiplano, debido a los enfrentamientos entre organizaciones criminales que luchaban por el control de la zona.

El regreso de los desplazados fue acompañado por soldados de la VII Región Militar, así como autoridades locales y estatales, quienes aseguraron la seguridad de las familias durante su retorno. La violencia en la región, generada por los constantes enfrentamientos entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel Chiapas-Guatemala y el Cártel de Sinaloa, ha mantenido en vilo a los habitantes de estas comunidades.

En los últimos meses, la disputa por el control del distrito de riego había escalado a niveles alarmantes, con grupos criminales provenientes de Guatemala utilizando vehículos blindados y camionetas todo terreno para enfrentarse a sus rivales mexicanos. El cierre de accesos a varias comunidades, mediante plumas y barricadas, junto con la violencia desbordada, llevó al cierre de negocios y afectó gravemente la calidad de vida de los habitantes de la región.

La situación en Chiapas refleja un panorama de inseguridad en el que los grupos criminales no solo han alterado la paz social, sino también generado desplazamientos masivos, obligando a miles de personas a huir de sus hogares en busca de seguridad. Las autoridades federales y locales siguen trabajando para restaurar la paz en la región y garantizar el retorno seguro de las familias afectadas por la violencia.