CDMX a 30 de septiembre, 2024.- Este miércoles, la Cámara de Diputados declaró constitucionales las reformas a la Guardia Nacional y los pueblos originarios, marcando un paso crucial para la implementación de estos cambios. Con la aprobación de al menos 17 congresos locales, las reformas ahora pasan al Ejecutivo para su publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF), lo que permitirá que entren en vigor una vez sean firmadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Durante la sesión ordinaria, el vicepresidente de la Mesa Directiva, Sergio Gutiérrez Luna, dio lectura a la declaratoria oficial, señalando que los artículos 13, 16, 21, 32, 55, 73, 76, 78, 82, 89, 123 y 129 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos han sido reformados en materia de la Guardia Nacional. Esta aprobación se realizó en ausencia de los legisladores de oposición, quienes se han manifestado en contra de la reforma, argumentando que representa una militarización de las tareas de seguridad pública.
Los diputados de Morena y sus aliados celebraron el resultado con el grito de «¡Sí se pudo!», ya que esta reforma es uno de los últimos grandes proyectos del presidente López Obrador antes de concluir su mandato y ceder el poder a Claudia Sheinbaum. La reforma asegura que la Guardia Nacional, que originalmente tenía un mando civil, será adscrita a la Secretaría de la Defensa Nacional, lo que coloca el control total de esta fuerza bajo el mando militar.
A pesar de las críticas de la oposición, quienes acusan a Morena y a López Obrador de militarizar el país, tanto el presidente como la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, han defendido la reforma. Argumentan que el uso de militares en tareas de seguridad pública es necesario para enfrentar los desafíos de seguridad que enfrenta el país, aunque este enfoque fue criticado en gobiernos anteriores, particularmente durante el sexenio de Felipe Calderón.
Con esta aprobación, se sella un capítulo importante en la política de seguridad de México, dejando en manos del ejército la dirección de una fuerza que fue concebida inicialmente como civil.