CDMX a 9 de septiembre, 2024.- La reforma judicial impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador ha captado la atención internacional, siendo objeto de duras críticas en medios extranjeros. En España, el noticiero Distrito TV dedicó un segmento en su sección América Directo a analizar el impacto de esta reforma, advirtiendo que México podría dirigirse hacia una «dictadura marxista» apoyada por el narcotráfico. Las declaraciones del conductor Jesús Ángel Rojo encendieron la polémica en redes sociales.
El presentador comparó la situación en México con la de Venezuela bajo el régimen de Hugo Chávez y con la administración de Gustavo Petro en Colombia, sugiriendo que AMLO busca controlar el Poder Judicial para imponer leyes a su conveniencia. Según Rojo, la reforma de López Obrador es similar a los movimientos de otros líderes en Latinoamérica que han buscado influir sobre el sistema judicial para consolidar su poder.
Además, el noticiero criticó los efectos económicos de la propuesta, argumentando que la incertidumbre generada por la reforma ha provocado la depreciación del peso mexicano en un 20%. La afirmación de que México podría alinearse con «narcoestados» y participar en lo que denominó el «eje del mal» llevó a una comparación con el PRI, calificando al partido como una «dictadura perfecta», pero advirtiendo que la situación actual es aún más peligrosa debido a una supuesta «deriva marxista».
El análisis fue respaldado por Juan Solaeche-Jaureguízar, rector de la Sociedad de Estudios Internacionales, quien afirmó que la medida podría llevar a una dictadura dentro del marco del Grupo Puebla, y expresó su esperanza de que los jueces y magistrados en México resistan a esta presión.
La reforma judicial ha sido objeto de debate tanto en México como en el extranjero, con defensores que argumentan que es necesaria para democratizar el acceso a la justicia, mientras que sus detractores advierten sobre los peligros de politizar el sistema judicial. A medida que la propuesta sigue su curso en el Congreso, las voces internacionales, como las de los medios españoles, suman una nueva capa de controversia al debate.