CDMX a 26 de agosto, 2024.- El diputado Rubén Moreira Valdez, coordinador del Grupo Parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados, ha lanzado una advertencia contundente contra la propuesta de reforma al Poder Judicial. Según Moreira, esta reforma no solo es inoperante, sino que representa un riesgo significativo para el Estado mexicano y podría llevar al país a una crisis institucional.
Durante una acalorada reunión de la Comisión de Puntos Constitucionales, Moreira argumentó que la reforma es antidemocrática y lesiona el pacto federal y los derechos humanos. Criticó que, aunque la narrativa del dictamen sugiere un fortalecimiento del sistema judicial, en realidad la reforma permitiría la intromisión de poderes fácticos y no garantizaría una mejora en la calidad de las resoluciones judiciales.
El líder del PRI señaló que la idea de que los ciudadanos elijan a los jueces es inexacta y generará confusión. «El ciudadano tendrá que seleccionar entre inmensas listas de personas que seguramente no conocerá», dijo. Explicó que, de concretarse la reforma, los votantes enfrentarían una cantidad abrumadora de boletas y candidatos, como ocurriría en la Ciudad de México en 2025 con al menos 25 boletas y 4,125 personas postuladas.
Ejemplificó que en estados como Nuevo León, donde se realizarían elecciones para gobernador, ayuntamientos y diputados en 2027, habría 21 boletas, generando un escenario de enorme confusión entre los electores.
Además, Moreira destacó que México tiene una grave carencia de jueces en comparación con su población, con solo 0.33 jueces por cada 100 mil habitantes, muy por debajo del promedio ideal de 18 jueces. «Los juzgados están saturados, falta personal y los sueldos son muy bajos. La reforma no aborda estos problemas estructurales», añadió.
Moreira criticó que los redactores de la reforma no hayan considerado la limitada discrecionalidad de los jueces federales y locales, quienes deben seguir criterios, precedentes, jurisprudencias y tratados internacionales. «No es válido descalificar a los jueces antes de entender cómo se construye una resolución», argumentó.
Finalmente, Moreira hizo un llamado a sus colegas a discutir la reforma de manera serena y a posponer el debate por algunos meses para realizar mediciones y simulacros que permitan evaluar la complejidad del ejercicio. Propuso incluso un simulacro en la Cámara de Diputados para demostrar lo complicado que sería el proceso bajo los términos de la reforma.