Por Juan Pablo Ojeda
La mañana de este miércoles 4 de septiembre, la Cámara de Diputados dio un paso crucial al aprobar en lo particular la Reforma al Poder Judicial de la Federación. Esta decisión, tomada tras una larga y agotadora sesión en la Sala de Armas en la Magdalena Mixhuca, marca un momento decisivo en el proceso legislativo de esta reforma que busca transformar el sistema judicial mexicano.
El ambiente en la sesión estuvo cargado de tensión. La mayoría de los diputados de Morena, junto con sus aliados del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y del Partido del Trabajo (PT), empujaron la reforma con firmeza, haciendo valer su mayoría para superar las objeciones presentadas por la oposición. Los argumentos del oficialismo fueron claros y enfáticos: “A favor de la justicia”, “A favor de México” y “Por la justicia de todos los pueblos” fueron algunos de los lemas que resonaron durante la discusión.
La reforma, que fue aprobada en lo general con 359 votos a favor y 137 en contra, no estuvo exenta de controversia. Los diputados de los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y Movimiento Ciudadano (MC) presentaron diversas reservas y críticas a ciertos artículos del dictamen. Sin embargo, el bloque oficialista optó por desechar casi todas las reservas para acelerar la votación.
Con un total de 496 legisladores involucrados, la votación final fue de 357 a favor, 130 en contra y ninguna abstención. La aprobación en lo general ahora abre el camino para que la reforma pase al Senado de la República.
En la Cámara Alta, la situación será más compleja. Aunque Morena y sus aliados tienen un grupo considerable de senadores, no cuentan con la mayoría calificada necesaria para una reforma constitucional. Sin embargo, hay rumores de que algunos políticos de la oposición podrían apoyar la reforma, lo que podría influir en el proceso de discusión y aprobación en el Senado.
Si la reforma avanza en el Senado, deberá ser enviada a los 32 congresos estatales para su análisis y aprobación. Para que se convierta en ley, dos terceras partes de las legislaturas locales deben dar su visto bueno. Una vez que se obtenga el apoyo necesario, la reforma regresará al Ejecutivo para su promulgación y publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
En resumen, la Reforma al Poder Judicial ha dado un paso importante en el Congreso, pero su camino hacia la implementación definitiva aún es largo y está lleno de obstáculos por superar.