Las redes sociales han revolucionado la forma en que se construye la agenda política. Su creciente protagonismo ha cuestionado la capacidad de los medios tradicionales de instalar la agenda pública de manera monolítica.
Ahora, las plataformas como X (antes twitter), Facebook, Instagram y Tiktok dictan los temas de los que más se hablará durante el día.
Las redes sociales virtuales son espacios de intercambio simbólico con capacidad de promover consensos políticos y alterar agendas.
Los políticos utilizan estas plataformas para llegar a diversos públicos, presentar sus propuestas y estrategias, y participar en debates.
Un ejemplo de esto es la campaña del expresidente de los Estados Unidos, Barack Obama, quien integró estos canales en su estrategia de campaña con resultados exitosos.
En América Latina, los votantes se informan cada vez más a través de estas plataformas, con porcentajes que alcanzan hasta el 69% en Argentina y el 68% en México.
Sin embargo, el uso de las redes sociales en la política también presenta desafíos. La desinformación y la manipulación electoral son problemas que deben abordarse.
Para mantener la democracia, es esencial promover la educación cívica, la transparencia y la ética en el marketing político.