La reconstrucción nasal con injerto, también conocida como rinoplastia con injerto de cartílago, es un procedimiento de cirugía estética diseñado para transformar la apariencia de la nariz.
Este proceso de reconstrucción nasal a menudo implica la utilización de materiales sintéticos como implantes de plástico o Gore-Tex, así como tejido corporal natural, con el objetivo de rediseñar la estructura nasal. Uno de los elementos naturales más comunes para los injertos es el cartílago, un tejido presente en el cuerpo humano que ha sido empleado en procedimientos de este tipo durante décadas.
La técnica de injerto de cartílago implica que el cirujano plástico tome tejido cartilaginoso de otra área del cuerpo del paciente y lo utilice en la construcción y remodelación de la nariz. Este cartílago se puede obtener de diversas fuentes, siendo las costillas, las orejas o el tabique nasal algunas de las opciones más frecuentes durante una rinoplastia.
La reconstrucción nasal con injerto se ha convertido en una práctica común en la cirugía estética, permitiendo a los pacientes lograr una nariz que se ajuste a sus deseos estéticos y, al mismo tiempo, manteniendo un enfoque en la armonía facial y la belleza natural. Es importante destacar que este tipo de cirugía debe llevarse a cabo por un cirujano plástico altamente capacitado y con experiencia para garantizar resultados exitosos y seguros.