El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, afirmó ante senadores de Morena que la relación entre México y Estados Unidos es “muy buena”, y que en los próximos años las economías de ambas naciones, junto con la canadiense, tenderán a integrarse todavía más.
Se trata, asentó el funcionario, de una realidad geopolítica y geoeconómica, que tiene que ver con la competencia internacional entre regiones, “que quizá no se daba hace algunos años”.
En la IX Reunión Plenaria de los senadores de Morena, Marcelo Ebrard destacó que durante muchos años ha existido la tendencia en nuestro país de suponer, y eso cambió a partir de 2018, que cualquier diferencia que exista con Estados Unidos pone en riesgo la relación bilateral, pero esto no es así.
Dijo que después de la firma del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, el Ejecutivo federal diseñó una estrategia, “casi una obra de arquitectura”, que incluye todos los mecanismos previsibles para atender la relación bilateral más compleja del mundo.
Subrayó que se construyeron los “espacios” para reducir la asimetría entre nuestro país y la Unión Americana, aumentar la previsibilidad de los acontecimientos y, cuando existieran diferencias, establecer métodos arbitrales, lo que incluye los paneles internacionales para resolución de controversias.
“Si no tuviésemos paneles, entonces nos imponen una batería de aranceles y ahora estaríamos negociando en Estados Unidos ya con los aranceles impuestos, no habría límite”.
El Secretario de Relaciones Exteriores recordó que México ha presentado y ganado paneles importantes, por ejemplo, sobre el acero, que ganó Jesús Seade.
Reconoció que como cualquier relación bilateral, México y la Unión Americana tienen diferencias en sus intereses comerciales, incluso, recordó que en la fase final de la negociación del T-MEC había todo un capítulo “que nos conducía a una especie de mercado común”, en donde México tendría que haber renunciado a cualquier margen de autonomía en materia energética.
Pero se logró sacar ese capítulo, en una negociación muy compleja, casi imposible, pero que se llevó a cabo, pues el Presidente fue muy firme en que de ninguna manera admitiría ningún tipo de disposición que restringiera las opciones de México en materia de energía.
“Si en el último de los casos llegamos a un panel, pues llegaremos a un panel, pero todos los procedimientos están hechos para que no lleguemos, para que encontremos un diálogo antes de”.
Lo importante es que ahora tenemos la posibilidad de hacerlo. Antes, como ya les dije, pues sería la imposición de aranceles”.
Dijo que en este panorama se encuentran las reglas de origen en el sector automotriz, el tema de las empresas norteamericanas que se sienten en condiciones desventajosas en materia de energía, “pero tendrán que demostrarlo por qué es desventajoso, en qué es desventajoso, hay que demostrar qué daños tienes, si es que los tienes. No es tan sencillo, pero tiene manera de resolverse”.
Marcelo Ebrard destacó que otra de las prioridades de la política exterior mexicana ha sido la recuperación de nuestro patrimonio histórico y cultural, proceso en el cual, dijo, Italia ha mostrado su apoyo como si los bienes fueran suyos.
Detalló que ayer, el cónsul en Nueva York reportó la recuperación de una máscara Olmeca, que tiene más de mil años de antigüedad; dicha pieza se integrará al Museo Nacional de Antropología.
Por otro lado, comentó que México es de los principales promotores de la igualdad de género en todo el mundo, y cuenta con política exterior feminista con acciones afirmativas “porque cuestiona, de saque, a todos los países que no reconocen la igualdad de género como un elemento sustantivo”.
“En la Resolución del G-20, en la que acabo de estar en Bali, hubo un grupo de países que querían sacar el término Igualdad de Género de la Declaración, en el G-20. Fue uno de los debates principales (…), es tan pertinente lo que estoy diciendo que nos hemos convertido en un ariete para impedir esos retrocesos en el ámbito internacional”, comentó.
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