Por Juan Pablo Ojeda
La Final de la Copa del Rey 2025 entre el Real Madrid y el FC Barcelona ha entrado en terreno incierto. A menos de 24 horas del partido, el club merengue encendió todas las alarmas al suspender su agenda previa al encuentro y, según medios como El Mundo, Marca y El Chiringuito, valora seriamente no presentarse a disputar el encuentro si no se toman medidas urgentes desde la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
En una jornada insólita, el Madrid canceló la rueda de prensa de Carlo Ancelotti, el entrenamiento en el estadio de La Cartuja, y también la tradicional cena de directivas, en protesta por las declaraciones de los árbitros designados para el partido. La tensión crece mientras el reloj avanza hacia el pitazo inicial.
El comunicado: «Inadmisible»
A través de un comunicado oficial, el Real Madrid calificó de “inadmisibles” las manifestaciones públicas de los árbitros, quienes, según el club, emitieron comentarios que apuntan directamente contra contenidos difundidos por Real Madrid TV, señalando una “clara animadversión” hacia el club blanco.
“El Real Madrid considera inadmisibles las manifestaciones públicas realizadas hoy por los árbitros designados para la Final de la Copa del Rey… demuestran, una vez más, una clara y manifiesta hostilidad de estos árbitros contra el Real Madrid”, se lee en el comunicado difundido por la institución.
El club también denunció un tono amenazante en las declaraciones arbitrales, las cuales, a su juicio, comprometen la imparcialidad del encuentro: “Estas manifestaciones distan mucho de los principios de equidad, objetividad e imparcialidad que deberían imperar a escasas horas de un acontecimiento futbolístico que centra la atención de cientos de millones de personas en todo el mundo”.
¿Real Madrid se bajará de la final?
Aunque hasta ahora no hay confirmación oficial de que el equipo no se presente, las fuentes consultadas por medios especializados aseguran que la amenaza es real. El Madrid exige una rectificación pública o la sustitución del cuerpo arbitral para considerar su participación en el partido.
La Federación Española, por su parte, aún no ha emitido una postura pública, mientras los aficionados —y el mundo del fútbol— esperan con tensión el desenlace de esta posible crisis histórica en una de las finales más esperadas del calendario europeo.
