CDMX a 8 de abril, 2024.- En un contundente reflejo de unidad y firmeza, el Senado de la República de México ha emitido una enérgica condena ante el reciente allanamiento violento de su embajada en Quito, Ecuador, marcando un tenso episodio en las relaciones diplomáticas entre México y Ecuador. Este hecho, descrito como una flagrante violación al derecho internacional, ha resonado en los más altos niveles del gobierno mexicano, provocando una ola de reacciones que subrayan la gravedad del incidente.
La irrupción, ejecutada por fuerzas de seguridad ecuatorianas, no solo violó la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, que estipula la inviolabilidad de las misiones diplomáticas, sino que también puso en tela de juicio décadas de amistad y cooperación entre los dos países latinoamericanos. El hecho de que este asalto haya culminado con la detención del exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien se refugiaba en la embajada y había solicitado asilo a México, añade una capa adicional de complejidad y preocupación al incidente.
La presidenta del Senado, Ana Lilia Rivera Rivera, y el presidente de la Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal Ávila, no solo reafirmaron su compromiso con los principios de la política exterior mexicana, sino que también exigieron al gobierno ecuatoriano respeto hacia la soberanía mexicana y la integridad tanto de la embajada como de su personal. Este llamado a la reconsideración y al retorno al diálogo diplomático resalta la importancia de resolver los desacuerdos mediante el respeto mutuo y el entendimiento.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, no tardó en responder, declarando en redes sociales la violación al derecho internacional y anunciando la suspensión de las relaciones diplomáticas con Ecuador como medida inmediata ante este acto autoritario. Este gesto de solidaridad no solo refuerza la postura de México frente a violaciones de su soberanía, sino que también establece un precedente firme ante cualquier futuro desafío diplomático.
Además, este incidente ha motivado un llamado a la Asamblea Nacional de Ecuador y a su presidente, Henry Kronfle, para trabajar juntos en superar esta crisis, privilegiando el diálogo y la solución pacífica. Esta situación representa un momento crítico en las relaciones entre México y Ecuador, destacando la importancia de la diplomacia, el respeto a las leyes internacionales, y la inviolabilidad de las misiones diplomáticas.
Con este suceso, el Senado mexicano no solo respalda la decisión del presidente López Obrador de defender la soberanía nacional, sino que también envía un mensaje claro sobre la gravedad de traspasar los límites de la diplomacia y el derecho internacional.