Por Juan Pablo Ojeda
Imagina que en lugar de un grupo pequeño de políticos eligiendo a los jueces de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ahora es un grupo más grande de ciudadanos quienes tendrán esa responsabilidad. Eso es, en esencia, lo que promete la reciente reforma al Poder Judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador y ahora confirmada por la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo.
La nueva jugada política no es tan simple como parece. Aunque la idea es que la gente tenga una voz más directa en la selección de jueces y magistrados, no cualquiera podrá levantar la mano y decir «yo quiero». Claudia Sheinbaum ha explicado que, para que un ciudadano pueda participar en este proceso, deberá cumplir con ciertos requisitos. En primer lugar, se busca que los seleccionadores sean abogados con experiencia en el campo, no solo cualquier persona interesada.
Para llegar a esos seleccionadores, habrá una convocatoria especial donde los interesados deberán demostrar su valía y experiencia. Expertos en la materia evaluarán a los aspirantes para asegurar que quienes terminen participando sean verdaderos conocedores del sistema judicial.
La reforma al Poder Judicial, que ahora avanza hacia su implementación tras la reciente aprobación en la Cámara de Diputados, establece que en 2025 los mexicanos podrán votar para elegir a la mitad de los jueces y magistrados de la SCJN. Pero la participación no será al azar; aquellos que puedan votar serán previamente seleccionados de entre un grupo de candidatos cualificados.
La segunda parte de este proceso se llevará a cabo en 2027, cuando los ciudadanos tendrán la oportunidad de elegir a la otra mitad de los jueces y magistrados. Ignacio Mier, el Presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, ha indicado que la reforma permitirá a los mexicanos influir significativamente en la composición de la SCJN.
El camino hacia esta nueva forma de selección no ha sido fácil. Después de 17 horas de debate intenso en la Cámara de Diputados, la reforma fue aprobada con una mayoría contundente: 357 votos a favor, 130 en contra y ninguna abstención. Ahora, el proyecto pasará al Senado para su análisis final.
Mientras tanto, Claudia Sheinbaum se prepara para tomar protesta como presidenta el 1 de octubre, un día festivo en México que marcará el inicio de su mandato. Así que, aunque la reforma aún tiene un camino por recorrer, la idea de una mayor participación ciudadana en la elección de jueces está en marcha, prometiendo cambiar la forma en que se administra la justicia en el país.