Ciudad de México, 19 de febrero del 2024.- El ámbito político y académico de México se viste de luto con el fallecimiento de Carlos Urzúa Macías, reconocido por su papel como primer secretario de Hacienda y Crédito Público en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. Según reportes preliminares, Urzúa sufrió un accidente doméstico que le causó la muerte, un hecho que conmociona a la comunidad dada su trayectoria y las polémicas que rodearon su renuncia al cargo tras siete meses de gestión.
Carlos Urzúa, cuya carrera se extendió más allá de su papel en el gobierno de AMLO, fue un destacado académico y consultor. Licenciado en Matemáticas por el Tecnológico de Monterrey y con estudios de posgrado en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional, Urzúa también ostentaba un maestro y doctorado en Economía por la Universidad de Wisconsin, Estados Unidos. Su perfil se enriqueció con su participación en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y su membresía en la Academia Mexicana de Ciencias.
La renuncia de Urzúa en julio de 2019 marcó un antes y un después en la percepción de la gestión económica de la administración de López Obrador. En su carta de renuncia, publicada en Twitter, Urzúa criticó las decisiones de política pública tomadas «sin el suficiente sustento» y lamentó la imposición de funcionarios sin conocimiento en la materia, señalando conflictos de interés e influencias perjudiciales dentro del gobierno. Este evento no solo evidenció las tensiones internas en el equipo de AMLO sino que también perfiló a Urzúa como un crítico de las políticas económicas del presidente, a quien acusó de seguir estrategias obsoletas y de imponer un modelo económico que consideraba inadecuado.
Tras su salida del gobierno, Urzúa mantuvo una postura crítica hacia la administración de López Obrador y eventualmente se unió al equipo de la candidata de la alianza opositora a Morena, Xóchitl Gálvez, marcando su transición hacia un papel activo en la oposición.
La muerte de Carlos Urzúa cierra un capítulo importante en la historia política reciente de México, dejando tras de sí un legado de debate y reflexión sobre la dirección económica del país. Su partida no solo representa la pérdida de una figura prominente en el ámbito económico y académico sino también de un crítico esencial de las políticas implementadas durante la actual administración. Su voz, que resonó fuerte en momentos clave, será recordada en el análisis futuro de las decisiones que hoy moldean el destino económico de México.