El consumo excesivo de azúcar puede tener efectos negativos en la salud a largo plazo. Cuando se consume en grandes cantidades, el azúcar puede contribuir al aumento de peso y la obesidad, lo que a su vez aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer.
Además, el consumo excesivo de azúcar puede provocar caries dentales y otros problemas dentales. Cuando se consume azúcar, las bacterias en la boca producen ácidos que pueden dañar el esmalte dental y provocar la formación de caries.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el consumo diario de azúcares libres (azúcares añadidos a alimentos y bebidas, así como azúcares presentes de forma natural en la miel, jarabes y jugos de frutas) no debe exceder el 10% de la ingesta calórica total. Además, la OMS recomienda que una reducción adicional al 5% del consumo de azúcares libres puede proporcionar beneficios adicionales para la salud.
En resumen, aunque el azúcar no es necesariamente peligroso en pequeñas cantidades, es importante limitar el consumo de azúcar añadido en la dieta para prevenir problemas de salud a largo plazo. Se recomienda leer las etiquetas de los alimentos y elegir opciones bajas en azúcar y alimentos naturales en lugar de alimentos procesados y bebidas azucaradas.