CDMX a 27 de octubre, 2022.- Cada vez más países ofrecen las llamadas “visas de nómada digital”, que permiten estadías más largas para trabajadores remotos y algunas ciudades como la Ciudad de México, crean alianzas para volverse destino de estos trabajadores digitales.
Tras anunciarse este jueves del acuerdo de colaboración entre el Gobierno de la Ciudad de México y Aribnb, muchos opinan que más que buscar el beneficio económico para la ciudad capitalina, esto agrava la crisis de vivienda y encarece la Ciudad.
¿Qué es un nómada digital?
Un nómada digital es una persona que trabaja vía remota y que utiliza el internet como su principal fuente de trabajo para proporcionar sus servicios y conocimientos tecnológicos, a personas o empresas, lo cual le permite vivir en cualquier parte del mundo con conexión a internet.
Otra característica es que sus sueldos son mayores al promedio, por lo que vivir en un país donde el cambio de moneda le beneficie hace que su sueldo sea superior al lugar donde reside.
Sin embargo, aunque es un trabajo altamente deseado, pues te permite trabajar y vivir en lugares diferentes, algunos especialistas como Divar Castro, sociólogo y experto en el tema., explican que muchas de las veces las dinámicas sociales cambian pues las ciudades padecen procesos de gentrificación donde los menos favorecidos económicamente se ven desplazados ante el encarecimiento del suelo y vivienda.
Como consecuencia, las edificaciones son habitadas por más personas de otros segmentos socioeconómicos y, por lo tanto, se transforma por completo la fisonomía urbana.
El boom de nomadas digitales en México, comenzó durante el confinamiento por Covid-19, sobre todo en México donde las medidas restrictivas para entrar al país fueron menos estrictas para estos trabajadores, haciendo que las solicitudes de residencia permanente se duplicaran.
Si el acuerdo establecido entre el Gobierno Capitalino y Aibnb resultan ser realmente un éxito para expandir la economía de la capitalina y hacer de ella la capital del turismo creativo, se verá con el paso del tiempo.
Por Griselda López