Muchas personas creen que el color de la yema afecta la calidad del huevo. Sin embargo, la dietista Tamara Prúntseva, aseguró que es un mito y explicó de qué depende el color y su intensidad.
Los huevos son uno de los pocos alimentos perfectamente equilibrados y representan una valiosa fuente de vitaminas y microelementos, observó la especialista. Contienen vitaminas A, E, vitaminas B9 y D, calcio, potasio, fósforo, hierro, zinc y selenio.
Mientras tanto, la yema tiene colina que normaliza el nivel de colesterol. También contiene antioxidantes carotenoides que son los que le dan intensidad al color. Sin embargo, eso no significa que el color de la yema haga que el huevo tenga más beneficios, subrayó Prúntseva.
«Algunos piensan que la yema naranja trae más beneficios. En realidad, se trata más bien de un mito, puesto que el color depende de la alimentación de la propia gallina. Los ingredientes fundamentales son el trigo y el maíz y, además, las aves se alimentan con aditivos que ayudan a la digestión, como caroteno de maíz y alfalfa.
Al tener más carotenoides en el pienso o en los suplementos, la yema adquiere un color más intenso. Pero no podemos decir que una yema más intensa sea de mayor calidad o utilidad», explicó la especialista.
Lo mismo ocurre con el color de la cáscara: el color externo del huevo no influye en la calidad del producto. La experta señaló que «por su composición química, todos son prácticamente iguales».
Según la nutricionista, es mejor evitar consumir crudos los productos de marcas poco conocidas o de granjas privadas. Y agregó que los huevos que se venden en los supermercados están certificados, lo que excluye que contengan sustancias nocivas.