CDMX a 4 de octubre, 2022.- El lanzamiento de prueba de un misil balístico sobre el territorio de Japón, realizado por Corea del Norte el 4 de octubre, atrajo la atención del mundo entero. Sputnik conversó con Kim Dong-yup, profesor adjunto de la Universidad de Estudios Norcoreanos, que dio un análisis sobre el misil y cuáles podrían ser sus objetivos.
«Es muy probable de que se trate del misil Hwaseong-12 que se probó el 30 de enero en la provincia de Chagando. El mismo misil ya había sobrevolado el territorio japonés en dos ocasiones en agosto y septiembre de 2017 y se mencionó en el contexto de lanzamientos hacia las aguas que rodean la isla de Guam», opina Dong-yup.
En su opinión, dado que la mayoría de las fuerzas y activos estratégicos estadounidenses que se desplazan a la zona de la península de Corea proceden de Guam, el último lanzamiento podría parecer la continuación de una serie de lanzamientos de misiles balísticos de corto alcance en respuesta a la llegada del portaviones USS Ronald Reagan a Busan. Es una expresión de descontento y una demostración de la amenaza que supone el despliegue de armas estratégicas estadounidenses en la península de Corea, apuntó.
El profesor adjunto destacó que para sacar conclusiones definitivas habrá que esperar a ver cuál fue el alcance efectivo de este último lanzamiento, y si es de unos 3.500 kilómetros, entonces se trata de un lanzamiento con alcance suficiente para llegar a Guam (la duración del vuelo en 22 minutos significa que el alcance es de entre 3.000 y 4.000 kilómetros).
Mientras tanto, si el misil voló unos 4.500 km es más complicado analizar la situación, pues no hay objetivos adecuados en dirección al océano Pacífico a esta distancia.
«Podríamos suponer que se trata de una prueba de un misil balístico antibuque dirigido a un portaviones, pero teniendo en cuenta que el alcance del misil ‘asesino de portaaviones’ DF-21 (Dongfeng-21) de China no supera los 3.000 km, es poco probable que Corea del Norte tenga la capacidad de probar este tipo de misiles, pero con un alcance mucho mayor», explicó Dong-yup.
Según un comunicado publicado poco después por el Estado Mayor de Corea del Sur, el misil voló más de 4.500 km, alcanzó una altitud de más de 970 km y una velocidad de aproximadamente Mach 17. Los servicios de inteligencia de Corea del Sur y de Estados Unidos están aclarando las especificaciones detalladas.
Comentando la inutilidad de los sistemas de defensa para misiles capaces de alcanzar velocidades de hasta Mach 17, el profesor Kim señaló que la eficacia de la defensa contra los ataques de este tipo de misiles no está garantizada, y de momento sus capacidades son solo teóricas.
Dong-yup se inclina por la versión de que esto podría ser una prueba de una versión mejorada del Hwansong-12, con un intento de aumentar su alcance. Incluso podría tratarse de un Hwasong-15 o 17, pero lanzado no en ángulo agudo, y la primera prueba de su alcance real, aunque ligeramente acortado. Estas pruebas también podrían poner a prueba la tecnología de reentrada, indicó. Sobre todo «porque, a juzgar por el tiempo y la distancia, el lanzamiento del misil de hoy fue más rápido que las versiones anteriores del Hwasong-12».
«Tenemos que esperar al anuncio de Corea del Norte de mañana [5 de octubre]. De lo contrario, me temo que podría repetirse la situación de la última vez, cuando Kim Yo-jeong, jefe adjunto del Departamento del Comité Central, ridiculizó nuestras capacidades de inteligencia con respecto a los lanzamientos de misiles de crucero», enfatizó.
Lo siguiente por parte de Pyongyang, al parecer, será el lanzamiento de un misil balístico lanzado desde un submarino (del tipo Bukkyuksong-3) y una prueba de un misil balístico intercontinental a distancia real, cree el experto.
«Ahora ambas partes [Washington y Pyongyang] están jugando a juegos tontos de fanfarronería armamentística y carrera de armamentos en un intento de intimidarse mutuamente. El único que debería alegrarse es [el primer ministro japonés, Fumio] Kishida, que ya se mostró bullicioso esta mañana y ha hecho duras declaraciones. Es una oportunidad para que aumente su aprobación popular, por lo que los japoneses probablemente estén muy contentos con ello», resumió Dong-yup.