El Senado de la República aprobó el pasado 11 de febrero una solicitud del Ejecutivo para que 10 marines de Estados Unidos ingresen a territorio nacional con fines de adiestramiento a personal de la Secretaría de Marina Armada de México. Este movimiento ha generado diversas reacciones y preguntas sobre lo que realmente implica esta entrada de tropas extranjeras a México.
El adiestramiento e intercambio de experiencias entre instituciones militares de diversos países es una práctica común. Tropas de Estados Unidos, Francia e Inglaterra han viajado a México para capacitarse o impartir cursos, y militares mexicanos también han viajado a otros países para compartir experiencias y recibir capacitación. Por ley, el Senado de la República debe aprobar cada movimiento de ingreso de tropas extranjeras, así como el viaje de militares mexicanos al extranjero.
En esta ocasión, 10 integrantes del Séptimo Grupo de Fuerzas Especiales de los Estados Unidos de América participarán en un evento de adiestramiento denominado “Fortalecer la Capacidad de las Fuerzas de Operaciones Especiales de la SEMAR”, del 17 al 28 de febrero de 2025, en San Luis Carpizo, Campeche. Durante este periodo, los elementos estadounidenses podrán portar armamento, municiones, material y equipos especiales necesarios para el entrenamiento.
El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció aranceles del 25% a productos mexicanos para presionar al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum a frenar la migración ilegal y el tráfico de armas y drogas, principalmente el fentanilo. En una conversación, acordaron suspender la imposición de aranceles a cambio de incrementar la presencia militar en la frontera entre México y Estados Unidos. México envió 10,000 elementos de la Guardia Nacional y de la Secretaría de la Defensa Nacional a 15 ciudades fronterizas, reforzando operativos para la detección de objetivos prioritarios y líderes del narcotráfico.
Durante los 30 días establecidos para combatir el tráfico de armas y drogas y frenar el flujo de migrantes, se ha incrementado la presencia de aeronaves y buques militares estadounidenses en la frontera y el Pacífico. CNN confirmó el aumento de misiones con aviones militares y el envío de aviones de inteligencia para rastrear información sobre cárteles mexicanos. La Secretaría de la Defensa Nacional confirmó el sobrevuelo de un avión RC-135V “Reviet Joint” de la Fuerza Aérea de Estados Unidos frente a costas de Sinaloa y Sonora. Además, un portaviones militar conocido como USS Nimitz y un Boeing P-8 Poseidón se acercaron a territorio nacional, reforzando la estrategia de combate al tráfico de drogas marítimas.
El artículo 76 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos autoriza el paso o estancia temporal de tropas militares extranjeras en territorio nacional. Este no es el primer caso de capacitación militar internacional en México; en 2010 y 2012, militares franceses fueron capacitados en Quintana Roo en supervivencia en la selva, y soldados mexicanos acudieron a Francia para recibir capacitación de tácticas de combate. Además, en el centro de adiestramiento Xtomoc en Chetumal, han arribado militares de Guatemala y Chile para recibir capacitación.
La presidenta Claudia Sheinbaum negó que exista una intervención de Estados Unidos por el ingreso de 10 marines estadounidenses, recordando que este tipo de ejercicios han ocurrido en el pasado. «México y Estados Unidos somos vecinos y tenemos una historia de relaciones, algunas complicadas y otras de colaboración. Estos ejercicios no son nuevos», sostuvo Sheinbaum.
