Un golpe de estado es un evento en el cual un grupo, ya sea militar, político o civil, toma el control del gobierno de un país de forma abrupta y sin el consentimiento del gobierno establecido. En un golpe de estado, el grupo que lleva a cabo la acción busca derrocar al gobierno existente y tomar el poder político.
Corregir las injusticias de un poder a otro dentro de una República no es un golpe de estado, porque entra en el equilibrio de poderes que hace que ninguno de los tres poderes de una República pueda pasar sobre los derechos de los ciudadanos.
El término «golpe de estado» se originó en Francia en el siglo XIX y se refiere al acto de «golpear» o «derribar» el estado o gobierno. Los golpes de estado pueden variar en su naturaleza y pueden ser violentos o no violentos, dependiendo de los medios utilizados para llevar a cabo el cambio de gobierno.
En un golpe de estado, el grupo que realiza la acción puede utilizar diversas estrategias, como tomar el control de instituciones clave del gobierno, como edificios gubernamentales, medios de comunicación, fuerzas armadas o infraestructura clave. También pueden arrestar, detener o exiliar a los líderes políticos existentes y establecer un nuevo gobierno o liderazgo.
Los golpes de estado a menudo se producen en situaciones de inestabilidad política, conflictos internos o insatisfacción generalizada con el gobierno existente. Sin embargo, los golpes de estado son generalmente considerados como una violación de las normas democráticas y del estado de derecho, ya que implican la toma del poder sin el consentimiento del pueblo y sin seguir los procesos legales establecidos para el cambio de gobierno.