El Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (Copred) ha puesto en el centro del debate el concepto de gordoodio, un término que se refiere a la discriminación sistemática que enfrentan las personas gordas en diversos ámbitos de la sociedad. En el marco del Día Mundial de la Obesidad, el organismo destacó la importancia de resignificar esta fecha para evitar la estigmatización y visibilizar la lucha contra la gordofobia, es decir, el rechazo y la discriminación hacia las personas con sobrepeso u obesidad.
¿Qué es el gordoodio?
El gordoodio es una forma de discriminación que se basa en la imposición de la delgadez como norma social, lo que genera tratos diferenciados y excluyentes hacia las personas gordas en espacios laborales, sanitarios, educativos y afectivos. Según el documento “Once pasos para no reproducir el gordoodio, ni la gordofobia”, publicado por el Copred, este fenómeno refuerza estereotipos negativos sobre los hábitos y la salud de las personas gordas, contribuyendo a la normalización de prácticas excluyentes.
Uno de los argumentos que sostienen esta discriminación es el Índice de Masa Corporal (IMC), una medición utilizada para clasificar a las personas en normopeso, sobrepeso y obesidad. Sin embargo, el Copred señala que este parámetro, creado en 1832 con fines médicos forenses, no toma en cuenta factores como la masa muscular o la composición corporal real. Esto ha llevado a que la gordura sea vista como una patología temporal, responsabilizando individualmente a las personas gordas de su salud y apariencia.
Las consecuencias de la gordofobia
La Encuesta sobre Discriminación en la Ciudad de México (EDIS) 2021 revela que el 72.3% de las personas encuestadas perciben que existe discriminación hacia las personas con sobrepeso, ubicándolas entre los 16 grupos más discriminados. Aunque este porcentaje refleja una disminución respecto a 2013, la exclusión sigue presente en diversos espacios.
El Glosario para entender la gordofobia y el gordoodio, elaborado por el Copred, identifica algunos de los ámbitos donde más se presenta esta discriminación:
- Invisibilización cultural y silenciamiento: Las personas gordas son excluidas de representaciones mediáticas y culturales.
- Exclusión en espacios laborales: Se les niegan oportunidades de empleo o son objeto de burlas y comentarios despectivos.
- Barreras en el acceso a la salud: Reciben tratos discriminatorios en servicios médicos y se les estigmatiza por su peso.
- Bullying escolar y acoso callejero: Las personas gordas, especialmente mujeres, son frecuentemente víctimas de acoso y humillación.
- Rechazo en relaciones afectivas: Se les niega el derecho a ser amadas o deseadas debido a su apariencia física.
Acciones para combatir el gordoodio
El activismo gordo ha promovido diversas estrategias para combatir la discriminación y posicionar la diversidad corporal como un derecho. El Copred retomó algunas de estas acciones para fomentar el respeto y la inclusión:
- No asociar la gordura exclusivamente con la enfermedad: La salud no debe ser juzgada únicamente por el peso.
- Respetar la diversidad corporal: Cada persona tiene derecho a decidir sobre su cuerpo sin ser juzgada.
- Promover espacios seguros: Crear entornos libres de discriminación en escuelas, trabajos y servicios públicos.
- Cuestionar la cultura de la dieta: Evitar promover productos o prácticas que estigmaticen los cuerpos gordos.
- Usar la palabra “gordo” de manera descriptiva: No como un insulto, sino como una característica más.
- Reconocer los privilegios de las personas delgadas: Identificar cómo la delgadez facilita el acceso a oportunidades.
- Garantizar el acceso equitativo a la salud: Sin discriminación ni estigmatización por el peso.
Un llamado a la acción
El Copred hizo un llamado a los sectores público y privado, así como a la sociedad en general, para reforzar las medidas que promuevan una vida digna para las personas gordas y erradiquen la discriminación estructural. La lucha contra el gordoodio no solo implica cambiar percepciones individuales, sino también transformar las políticas y prácticas que perpetúan la exclusión.
En un mundo que idealiza la delgadez, reconocer y combatir el gordoodio es un paso esencial hacia la construcción de una sociedad más justa e inclusiva, donde todas las personas, sin importar su tamaño, puedan vivir libres de discriminación y violencia.
