El síndrome del corazón roto, también conocido como miocardiopatía takotsubo, se desencadena tras la pérdida de un ser querido o un duelo similar, presentando síntomas como la frecuencia cardiaca acelerada. Aunque pueda parecer una escena sacada de una novela romántica, la ciencia indica que es posible que una persona muera debido a este fenómeno.
El cardiólogo Sian Harding, profesor emérito de Farmacología Cardiaca en el Imperial College de Londres, explicó a Newsweek que “está estadísticamente probado que, si su cónyuge muere, es más probable que usted muera en ese año, particularmente cerca del evento”. Harding ha estudiado este síndrome y señala que existen dos manifestaciones principales, ambas relacionadas con la adrenalina.
La adrenalina es una hormona que prepara al cuerpo para la respuesta de “huir o luchar” en situaciones estresantes o peligrosas, aumentando la frecuencia cardiaca y la presión arterial. “Cuando una persona está de duelo, su adrenalina se dispara rápidamente, perturbando el ritmo natural del corazón”, explicó Harding. Esta sobreestimulación puede causar que el corazón lata de manera irregular, lo que, sin una desfibrilación rápida, puede ser mortal. Este síndrome no es exclusivo del duelo; actividades como los deportes también pueden desencadenarlo, como se observa en atletas que fallecen en el campo de juego.
El síndrome del corazón roto se presenta principalmente en mujeres menopáusicas, aunque también puede afectar a personas que experimentan miedo severo, ira, sorpresa o estrés físico. Aunque los síntomas pueden parecerse a los de un ataque al corazón, como dolor en el pecho y cambios eléctricos, las imágenes del corazón de quienes padecen este síndrome no muestran los bloqueos típicos de un ataque cardiaco. En su lugar, parte del corazón late con fuerza mientras que otra parte permanece casi paralizada.
Harding señaló que esta condición es relativamente rara, representando aproximadamente el 3% de las personas que llegan al hospital pensando que han tenido un ataque al corazón. La mortalidad asociada es de alrededor del 5%. Sin embargo, también sugiere que esta respuesta puede ser parcialmente protectora contra afecciones cardíacas más graves.
Además del duelo, otros factores como el miedo severo, la ira y el estrés físico pueden desencadenar este síndrome. Las personas con afecciones cardíacas subyacentes, como la presión arterial alta o la cardiopatía isquémica, son más vulnerables. Muchas veces, estas condiciones son invisibles y pueden pasar desapercibidas hasta que ocurre un evento extremo.
Para minimizar el riesgo de desarrollar el síndrome del corazón roto, se recomiendan varios cambios en el estilo de vida:
- Aumentar la actividad física: Mantenerse activo ayuda a fortalecer el corazón y reducir el estrés.
- Reducir el estrés: Aprender técnicas de manejo del estrés, como la meditación o el yoga, puede ser beneficioso.
- Mantener una dieta saludable: Reducir la ingesta de sal y aumentar el consumo de frutas y verduras favorece la salud cardiovascular.
- Fomentar las interacciones sociales: Construir un grupo de apoyo puede ayudar a sobrellevar períodos de dolor o trauma.
- Controlar la ansiedad: Gestionar la ansiedad continua es crucial para la salud del corazón.
El síndrome del corazón roto es una condición real y potencialmente mortal que requiere atención médica inmediata. Reconocer los síntomas y buscar apoyo durante momentos de pérdida o estrés puede ser crucial para la prevención y el tratamiento eficaz. La ciencia continúa investigando este fenómeno para entender mejor sus mecanismos y desarrollar estrategias de intervención más efectivas.