La jabalinada
Bruno Cortés
El debate sobre la elección popular de jueces en México ha tomado fuerza en los últimos años, y con ello, han surgido preocupaciones sobre las consecuencias que podría tener en la independencia judicial. Esta columna analiza los pros y contras de un sistema que, si bien busca democratizar la justicia, también podría comprometer su imparcialidad.
El Poder Judicial Bajo el Microscopio
El concepto de elegir jueces por voto popular suena atractivo en un país donde la corrupción y la falta de transparencia han afectado la confianza en las instituciones. Sin embargo, la implementación de este sistema podría traer más problemas que soluciones. Cuando los jueces se ven obligados a hacer campaña, a recaudar fondos y a buscar el favor del electorado, el riesgo de politización es inminente. Los jueces, que deberían ser guardianes imparciales de la ley, podrían verse influenciados por la opinión pública y por grupos de interés, comprometiendo su capacidad de tomar decisiones basadas exclusivamente en la justicia.
En países como Estados Unidos, donde la elección popular de jueces es una realidad desde hace décadas, se ha observado un fenómeno preocupante: los jueces tienden a endurecer sus sentencias a medida que se acercan las elecciones, buscando proyectar una imagen de «mano dura» que les garantice votos. En Bolivia, la reforma constitucional de 2009 permitió la elección popular de jueces, pero este sistema ha sido criticado por aumentar la politización y por no cumplir con las expectativas de mayor legitimidad judicial.
La Propuesta de Reforma Judicial de AMLO: Un Punto de Inflexión
En México, la reciente propuesta de reforma judicial del presidente Andrés Manuel López Obrador ha encendido las alarmas en diversos sectores. Morgan Stanley, una de las firmas de inversión más importantes a nivel global, decidió recortar su calificación para México, citando la incertidumbre que esta reforma genera. La preocupación radica en que la elección popular de jueces podría desestabilizar el sistema judicial, lo que a su vez podría afectar la confianza de los inversionistas y, en consecuencia, la economía del país. La reforma, que pretende hacer más accesible la justicia para todos, podría tener el efecto contrario si los jueces se ven obligados a tomar decisiones pensando en su popularidad y no en la ley.
Además, la posible interferencia política en las decisiones judiciales podría tener un impacto negativo en sectores clave como el nearshoring, donde México ha emergido como un destino atractivo para la relocalización de empresas. La falta de confianza en la imparcialidad del sistema judicial podría llevar a las empresas a reconsiderar sus inversiones en el país.
La Alternativa del PAN: Un Contrapeso Necesario
El Partido Acción Nacional (PAN), liderado por Marko Cortés, ha presentado una contrapropuesta que busca garantizar la independencia judicial al tiempo que promueve la responsabilidad ante la ciudadanía. Entre las medidas más destacadas se encuentra la asignación de un porcentaje fijo del Presupuesto de Egresos de la Federación al Poder Judicial, lo que aseguraría su autonomía financiera. Asimismo, propone la creación de un Comité Técnico de Evaluación independiente, encargado de seleccionar a los jueces y magistrados, minimizando así la influencia del Ejecutivo.
Otra medida interesante es la propuesta de Cortés de que el 70% de las personas que ingresen al Poder Judicial provengan de la Carrera Judicial, lo que fomentaría una mayor profesionalización del sistema. Además, sugiere la elección popular de algunos miembros del Consejo de la Judicatura Federal, pero con mecanismos que aseguren que estos no se vean sujetos a presiones políticas. Esta propuesta busca un equilibrio entre la necesidad de rendición de cuentas y la preservación de la independencia judicial.
Los Nuevos Legisladores: ¿Qué Rumbo Tomarán?
Con la entrega de credenciales a las y los senadores electos para las LXVI y LXVII Legislaturas, México se prepara para una nueva era legislativa. Estos legisladores tienen ante sí la responsabilidad de definir el futuro del sistema judicial en el país. La próxima sesión constitutiva del Senado será crucial para establecer la agenda y determinar cómo se abordará este tema tan delicado.
La reforma judicial y la elección popular de jueces estarán en el centro de las discusiones. Los legisladores deberán sopesar cuidadosamente las ventajas de una mayor democratización del sistema contra los riesgos de politización y pérdida de independencia. Decisiones mal tomadas podrían erosionar la confianza pública en un sistema ya de por sí frágil, mientras que decisiones acertadas podrían fortalecer la justicia y garantizar su imparcialidad.
Reflexión Final: ¿Es Compatible la Democracia con la Independencia Judicial?
La idea de elegir jueces por voto popular plantea un dilema fundamental: ¿cómo equilibrar la responsabilidad ante el electorado con la necesidad de una justicia independiente? Si bien la democratización del sistema judicial puede parecer un paso en la dirección correcta, las experiencias de otros países sugieren que los riesgos son altos. México se encuentra en una encrucijada, y las decisiones que se tomen en los próximos meses tendrán un impacto duradero en el país. La clave estará en encontrar un modelo que permita a los jueces ser responsables ante el pueblo sin sacrificar la imparcialidad y la justicia que tanto necesita la sociedad mexicana.