Por Bruno Cortés
El cáncer infantil es una de las principales causas de muerte en menores de edad en México, pero lo que es aún más alarmante es que la mayoría de los casos se detectan cuando ya es demasiado tarde. Ante esta triste realidad, integrantes del grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano (MC) presentaron una propuesta para mejorar la atención médica y garantizar el acceso gratuito a tratamientos para niñas, niños y adolescentes con cáncer. El objetivo es que la Ley General para la Detección Oportuna del Cáncer en la Infancia y la Adolescencia se reforme para incorporar principios fundamentales como la atención médica de seguimiento y la gratuidad.
La propuesta fue turnada a la Comisión de Salud y busca hacer que la atención médica para la detección temprana del cáncer sea universal, o sea, accesible para todos los niños y adolescentes, sin importar su situación económica. Además, establece que esta atención debe ser oportuna, integral y gratuita, asegurando que los menores reciban un tratamiento completo, desde el diagnóstico hasta la recuperación, sin preocuparse por el costo del mismo.
Los datos que respaldan esta iniciativa son preocupantes. Según la Secretaría de Salud, cada año en México se diagnostican entre cinco y seis mil nuevos casos de cáncer infantil y adolescente. De esos casos, el 70% se detecta en etapas avanzadas, lo que reduce considerablemente las probabilidades de supervivencia, que actualmente es de solo el 57%. A raíz de los diagnósticos tardíos, se registran más de dos mil 300 muertes anuales. Estos números reflejan la urgencia de mejorar los procesos de detección para salvar vidas.
Lo más impactante de todo es que, en el cáncer infantil, no existen formas de prevención primaria ni de detección anticipada como en otros tipos de cáncer. La clave para aumentar las posibilidades de supervivencia radica en detectar la enfermedad a tiempo. La propuesta de los legisladores busca impulsar una mayor concientización sobre la importancia de las revisiones periódicas, de informar a los padres sobre los síntomas y de crear un sistema que garantice una atención médica de calidad, sin importar la etapa en que se encuentre la enfermedad.
Este cambio también incluye un componente legal. Una vez que un niño o adolescente es diagnosticado, la propuesta asegura que reciban un tratamiento adecuado y continuo. Este tratamiento debe ser integral, lo que significa que se cubrirán todas las necesidades médicas, psicológicas y de apoyo que los pacientes y sus familias necesiten para sobrellevar la enfermedad. Además, se busca que el gobierno garantice el acceso a estos servicios de salud a través de un sistema de salud pública, sin que los padres tengan que pagar por los costos de la atención.
La reforma subraya que el Estado tiene la obligación de garantizar el derecho a la salud de todos los ciudadanos, especialmente de los más vulnerables, como son los niños y adolescentes. No se puede dejar de lado un tema de salud tan crítico, que afecta a miles de familias mexicanas. Con esta propuesta, los legisladores esperan dar un paso firme para asegurar que los menores reciban el tratamiento que necesitan a tiempo, lo cual puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Con la reforma a la Ley General para la Detección Oportuna del Cáncer en la Infancia y la Adolescencia, el objetivo es que los casos de cáncer infantil y adolescente ya no sean una sentencia de muerte, sino una oportunidad de vida, donde la detección temprana y el tratamiento adecuado jueguen un papel crucial para salvar más vidas.